Pueblo, 14 de julio de 1975
[El Aaiún, por teléfono, de nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte]
Cuatro muertos y dos heridos graves, hasta el momento de redactar esta crónica, constituyen un trágico balance de fin de semana. El fantasma del terrorismo vuelve a hacer su aparición en la capital del Sahara, y el estallido de las bombas, los controles de Policia, los cuerpos desgarrados por la metralla, han hecho quebrarse en mil pedazos la aparente tranquilidad que desde hace dias reinaba en el territorio.
El sábado, en la calle Simeón González, del barrio de Colominas, vi el cuerpo de un chiquillo destrozado por la explosión de una granada en la misma puerta de su casa, mientras su hermano de ocho años se debatía entre la vida y la muerte en el hospital de El Aaiún. Ambos eran hljos de Ahmed Uld Brahim Uld Bachir, procurador en Cortes por el Sahara, miembro destacado del PUNS, que se había significado especialmente en los choques de hace una semana con el Frente Polisario.
Ayer, a las 8.30, otro artefacto colocado en las inmediaciones del polígono de captación de aguas causó cuatro nuevas victimas entre los componentes de una patrulla de la Policía Territorial. Los agentes Mohamed Uld Salec y Ahmed Uld Chafa murieron instantáneamente, saltando en pedazos sobre la bomba. El cabo Ahmed Salem falleció durante su traslado al hospital, a causa de sus gravisimas heridas, y el agente Hannani Uld Mohamed está siendo intervenido por los médicos, siendo su estado grave. En la zona de la explosión, dentro del itinerario que suelen seguir normalmente las pаtrullas de la Territorial, se ha encontrado una bandera chamuscada del Frente Polisario, así como propaganda subversiva.
A mediodía, cuando el sol caía vertical sobre el desierto, tuvo lugar el entierro de los policías, con asistencia de las autoridades militares y civiles y la presencia de una manifestación pacífica del PUNS, que siguió al cortejo fúnebre con una bandera del partido sobre la que flotaban crespones negros. Tras los ritos islámicos, los tres cuerpos, envueltos en sábanas blancas, fueron cubiertos de tierra, mientras la Primera Compañía de policías territoriales y otros soldados del cuerpo, saharauis y españoles, rendían honores militares.
Nadie, hasta el momento, se atribuye la ejecución de los atentados, aunque en los lugares donde estallaron las dos bombas se encontró gran cantidad de pruebas que parecen acusar clarаmente al Frente Polisario: banderas, una carta, propaganda subversiva... Además, desde hace días se esperаban represalias del Frente contra los dirigentes del PUNS, que tuvieron participación activa en los graves sucesos del 6 de julio. Todo, por tanto, apunta hacia la culpabilidad de los activistas del Frente Polisario. Desde el sábado, la Policía Territorial está cribando minuciosamente la ciudad, practicando numerosas detenciones y estableciendo un cordón en torno a El Aaiún, que impida la fuga de los posibles autores de los atentados.
Sin embargo, existe una serie de factores que no conviene pasar por alto. Es extraño, en primer lugar, que en los lugares donde hicieron explosión las dos bombas se hayan encontrado tantos indicios contra el Frente Polisario, indicios que parecen superfluos, pues aun sin ellos, nadie habría dudado en atribuir al Frente Polisario la paternidad de los atentados. Por otra parte, en el caso concreto de los dos niños, el Frente Polisario nunca había causado muertos entre la población civil, y sus dirigentes saben que cualquier incidente de este tipo puede significarles una considerable pérdida de prestigio entre los saharauis, que siempre les han sido favorables en un elevado porcentaje. En tercer lugar, tras la dura represión de que ha sido y sigue siendo objeto, el Frente Polisario se encuentra más bien desconcertado a nivel de organización interior, y un buen número de sus cuadros dirigentes se encuentran en prisión. Unas acciones de este tipo, y eso lo saben muy bien los activistas, hacen recrudecer la represión, y aumentan las medidas de seguridad, los controles y las detenciones, minando aún más la organización del partido dentro del territorio. Esas son las razones por las que, en medios de El Aaiún, se especula con tres posibilidades:
-Los atentados constituyen una represalia contra el PUNS, organizada al detalle por los dirigentes del Frente Polisario.
-Ha sido una célula del Polisario la que, actuando por su cuenta, ha hecho estallar las bombas como revancha por la actuación del PUNS y los agentes de la Policía Territorial.
-El Frente Polisario sería ajeno a los atentados. Los autores, terroristas marroquíes o de algún otro grupo desconocido, habrían organizado el asunto para enconar más los odios entre la población saharaui, buscando sacar partido de una situación conflictiva en el territorio.
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