23 enero 2025

Pérez-Reverte, un escalofrío

Antonio Costa Gómez - Galicia é - 23/01/2025

El hombre es un bailarín profesional de tango en Buenos Aires. Saca a bailar a la mujer en Buenos Aires delante de su marido y les enseña el tango de los orígenes portuarios, no el sofisticado que vino después. Y los lleva sitios patibularios con peligro de su vida. Y luego a sitios con sexo en grupo donde el marido burgués se estremece y la mujer es traviesa. 

Veinte años después, o algo así, el hombre y la mujer se encuentran en Niza. El hombre ahora es chófer de un empresario y se dedica al espionaje. Lo tientan los dos bandos de la Guerra Civil Española y conoce las miserias de ambos. Lo que más me gusta de Reverte es que muestra la vida y se salta las ideologías por el forro. La vida es lo que es y se deja de mandangas y predicaciones. Y los supuestos buenos, que te salvan torturándote, son tan buenos como los malos.  Y en medio está la mujer otra vez. 

Otros veinte años después, o algo así, encuentra a la mujer en Sorrento. Ahora él es detective y la mujer tiene un hijo que es campeón del mundo de ajedrez. Y se enfrenta en un campeonato con el ajedrecista soviético. Y los campeones se espían. El protagonista espía a los soviéticos por hacer un favor a su antigua amante y casi pierde la vida en el intento. No pide agradecimiento pero no la traiciona. De manera retorcida, los dos se aman. Tienen sexo meteórico y salvaje pero se aman, aunque no quieren decirlo. Y lo dicen con expresiones más allá de sí mismas. 

Los escritores académicos me dicen: "No cuentes el argumento de las novelas". Quieren que haga diagramas y flechas, que lo reduzca todo a fórmulas de manera científica. Y así pretenden conocer mejor lo que convierten en un cadáver. Pero el argumento también muestra la atmósfera de una novela. Y los temas que se plantean. 

Pero lo que más me convence de Reverte es tal vez el estilo. Al principio creí que no tenía estilo, que lo suyo era puro periodismo. En los años ochenta, cuando mi tío de Lugo lo leía con mucho interés, yo le decía que era muy comercial. Son gilipolleces que he tenido en mi vida. Pero el estilo no es poner adornos, es tener una personalidad propia al usar el lenguaje. El estilo muestra el espíritu de alguien, igual que los gestos o las miradas. Y Reverte tiene un estilo lleno de fuerza y de garra. Algo contundente pero con sutilezas renuentes que te convence del todo. Incluso sus tacos le dan fuerza y expresividad y no los usa de cualquier manera. Pero sus frases cortantes y recias dan en el clavo y cortan la carne de una forma tan lúcida. 

'El tango de la Guardia Vieja' me trajo recuerdos personales, conecté con él también de ese modo. También yo vi en Buenos Aires el contraste entre el tango popular y drástico y el sofisticado de Astor Piazzola y los otros. Vi 'María de Buenos Aires' pero también vi tango en las calles de San Telmo. Una mujer saltaba hacia el hombre a través de toda la plaza Dorrego y luego frenaba en seco y se torcía.

Yo también estuve en La Boca junto al riachuelo contaminado y las tabernas cutres y los puentes de hierro oxidados. Vi aquel barrio donde tenías que mirar a los lados, la calle hundida donde no usaban pañuelos de seda. Y también estuve en el golfo de Nápoles. Reverte muestra Sorrento y yo estaba en Capri mirando la misma Nápoles canalla. Y también estuve en Niza, donde coincidían los aristócratas rusos con los poetas desgarrados y obreristas como César Vallejo. Y los dos bandos de la Guerra Civil Española. Y esa composición de lugares también la traza Reverte como otro vértigo. Al final me ha convencido del todo. Yo también se lo digo a Reverte sin palabras melifluas: me has convencido, carajo.

https://www.galiciae.com/blog/antonio-costa-gomez/perez-reverte-escalofrio/20250123112517100800.html

22 enero 2025

Fuego en el mar

Luis Alonso Girgado - Diario de Ferrol - 22/01/2025

A día de hoy, el cartagenero –gaditano y andaluz, por tanto– Arturo Pérez Reverte (n. en 1951), periodista de carrera, corresponsal de conflictos bélicos por medio mundo, hombre de mar hasta la médula (es capitán de yate) y apasionado navegante por más de siete mares, es un escritor en plena y aún fecunda madurez que conjuga en sus trabajos y días el ejercicio periodístico que iniciaba en 1973 en las populares páginas del madrileño 'Pueblo', dirigidas por el no menos popular y hasta conflictivo (dentro de un orden) Emilio Romero.

Tiempo después se iniciaba en la literatura narrativa con 'El húsar' (1986), terreno en el que ha producido (narrador sólido y prolífico como es) más de una treintena de títulos, algunos agrupados en series como las del Capitán Alatriste o Falcó. Los premios son innúmeros, entre ellos el de la Crítica por 'Línea de fuego', el Jean Monnet por 'La piel del tambor', el Grand Prix policíaco por 'El Club Dumas', el Mediterráneo por 'La carta esférica', el de la Academia Sueca de novela detectivesca por 'La tabla de Flandes' y otros varios, a los que hay que añadir los obtenidos en el ámbito de la prensa, que en países como Francia, Suecia, Dinamarca o Estados Unidos han elogiado algunas de sus mejores novelas.

Guionista de cine y televisión, ha visto no pocos de sus títulos en dichos medios. Se trata de un escritor polémico, crítico y disidente que con frecuencia opina de cuestiones de actualidad (materia política y cultural sobre todo) sin morderse la lengua, sin evitar la confrontación y los posicionamientos a contracorriente. La vida española, la historia (momentos o etapas como la Guerra Civil o los Siglos de Oro), sus hechos y figuras ocupan cientos de páginas narrativas o periodísticas. Miembro de número de la RAE, fundador de la revista literaria Zenda, es narrador de sólido oficio, cultiva las historias de aventuras con claro predominio de la acción, la violencia y la elevada tensión en el rápido fluir de sus bien ajustadas tramas en las que reitera los escenarios marinos.

De esto es buen ejemplo su más reciente novela, 'La isla de la Mujer Dormida' (Alfaguara, 2024), cuya temática está en la línea de 'El italiano' (2021), también de escenario marino, y también bélica como 'Línea de fuego' (2020), esta narración centrada en la Batalla del Ebro. En el frecuente relato de guerras y batallas el autor siempre destaca la presencia española, y en nuestra contienda civil de 1936 se posiciona en el bando sublevado o “nacional”. 

En este caso nos hallamos ante una historia de amor, de guerra y de espionaje y contrabando que discurre en 1937 por zonas mediterráneas como Grecia y Turquía, por el mar Egeo en el estrecho del Bósforo o las islas griegas. El protagonismo del marino greco-español, el capitán Miguel Jordán, recio y solitario pero plano y unívoco, se ve opacado por la atractiva y misteriosa, compleja y enigmática figura de Lena Katelios, de trágico destino y existencia a la deriva entre drogas soledades y sexo degradado. Ella, en una situación triangular entre el dominio y el sometimiento, junto al verismo de los combates entre barcos republicanos y la lancha torpedera de los franquistas, La Loba, o las conversaciones de los dos espías sobre el curso de la guerra, son lo mejor de la novela.

Es de destacar, entre la antagónica conflictividad de los dos bandos, el equilibrio en el enfoque de ambos, así como el dominio del léxico bélico y el marítimo, el crescendo bien gradualizado de las situaciones de confrontación, la belleza de los frecuentes paisajes de mar y el cuidado engranaje estructural del conjunto en un ambiente enrarecido e inquietante, de incertidumbre y miedo.

Como detalle, digamos que El Ferrol (aún no “del Caudillo”) marca con su presencia la apertura y el cierre de esta novela que también registra la rebelión de la marinería republicana y su sangriento enfrentamiento con los oficiales y mandos de los navíos, suceso que provocó en la ciudad el desencadenamiento de las hostilidades. 

Los ingredientes que el veterano escritor maneja hacen de 'La isla de la Mujer Dormida' una novela que desde un comienzo sosegado se mete en el lector cada vez más a fondo, entreteniéndolo y recabando su atención fruto de la maestría en el oficio de contar de Arturo Pérez-Reverte.

https://www.diariodeferrol.com/articulo/nordesia/letras-espanolas-arturo-perez-reverte-fuego-mar-5147662

17 enero 2025

Sergio del Molino recibe el Premio Raúl del Pozo de columnismo

Efe - 17/01/2025

El escritor y periodista Sergio del Molino (Madrid, 1979) ha sido galardonado con el X Premio de Periodismo de Opinión Raúl del Pozo, que distingue a periodistas y escritores que contribuyen con su trabajo a sustentar la prensa democrática y la opinión libre. Así lo ha anunciado el periodista, escritor y académico Arturo Pérez-Reverte, que forma parte del jurado de este premio que integran también Antonio Lucas, Manuel Jabois, Edu Galán, Juanma Lamet y María José Solano y en el que figura asimismo el fallecido David Gistau como presidente de honor, en forma de homenaje de sus compañeros.

El premio, que se concede anualmente y sin dotación económica y se entregó anoche en Madrid, ha reconocido a Del Molino por su labor destacada en el periodismo político español a lo largo del pasado año. El autor del ensayo 'La España vacía' (2016), sobre la despoblación del mundo rural que sirvió para nombrar al fenómeno y ganador del Premio Alfaguara 2024 por la novela 'Los alemanes', colabora habitualmente con el 'Heraldo de Aragón', 'El País', Onda Cero, la revista 'Eñe' y otros medios de comunicación.

En anteriores ediciones el premio Raúl del Pozo fue otorgado, entre otros, a Enric González, Soledad Gallego-Díaz, Pedro García Cuartango, Carlos Alsina, Manuel Vicent, Lucía Méndez, Lydia Cacho e Ignacio Camacho.

https://amp.elmundo.es/cultura/literatura/2025/01/17/678a21acfdddff79808b4591.html

15 enero 2025

Aquella conferencia en el Planetario de Pamplona

Javier Ancín - okdiario.com - 15/01/2025

A mí los planetas, salvo el grupo musical, me han dado un poco lo mismo. Me agobio con la inmensidad de la tontuna humana aquí en la Tierra, como para tratar de comprender lo que hay ahí fuera, en el espacio: ese lugar inabarcable lleno de lucecitas que no tiene sentido alguno que esté ahí -¿por qué existe?-.

Pero eso no siempre fue así. Yo también fui niño que fantaseaba con aventuras y viajes, e incluso joven, y aunque descreído, no recuerdo haber creído nunca en nada, siempre quise mirar, como un francotirador desde su puesto solitario, como un astrónomo tras su telescopio, el tiempo que me había tocado vivir. El arranque de todo eso tiene bastante que ver con una conferencia en la que me colé con 16 años más o menos en el Planetario de Pamplona.

Pensaba un poco en esto viendo desde el coche la columna de humo, una chimenea perfecta, tú, que salía ayer de la cúpula de ese edificio, que cuando eres adolescente, hierve en ti un montón de nuevas sensaciones, ideas, expectativas, visiones, párrafos, tebeos, escenas de películas, estrofas de canciones que no sabes cómo canalizar. Hasta que encuentras un modelo que te sirve, una figura en la que te fijas, una persona en la que cristaliza todo eso a lo que no sabes ponerle nombre o dimensión o profesión o voz o mirada. O simplemente una forma de estar en el mundo, sin más, en la que por fin te sientes acompañado. Constatas que no eres tan raro como piensas que eres cuando dejas de ser niño y no comienzas aún a ser adulto, y eso tranquiliza mucho.

A mí eso me pasó con el Pérez-Reverte reportero en Irak y luego en Bosnia, cuando todavía no era un escritor profesional pero estaba dejando ser un periodista. Me gustan esas fronteras existenciales un poco por eso: siempre he vivido en ellas, nunca he sido lo que ya estoy dejando de ser.

El caso es que con 15 años, ese tío que habla de los Tintines que leo me gusta, me sirve, voy a fijarme en él. Y le fui siguiendo la pista, sobre todo desde que le escuché en aquella conferencia en el Planetario de Pamplona. Me gustó tanto aquello que a falta de guerras a las que ir (tampoco hubiera tenido valor si llegó a tener la edad), me escapaba a la tercera cerveza de los bares en los que estaba con mi cuadrilla y me metía a mirar, en primera línea, las broncas entre policías y etarrillas de la Pamplona de los 90.

En medio de las hostias, recortado solitario en algún portal, con un cigarro encendido creyéndome Márquez con su betacam al hombro, jugaba a ser reportero imaginario. Veía pelotazos, cohetes, pedradas y cócteles incendiarios. Cuando tocaba correr pisando cristales rotos por el suelo me creía en 'Territorio comanche', ese libro que es el que más veces he leído de mi vida, y que contiene la frase que ha guiado todo lo que escribo: "Aquí una bomba, aquí un muerto, aquí un hijo de la gran puta".

Un poco por todo eso me dio pena ver el Planetario en llamas, como ardió la biblioteca de Sarajevo en aquellas piezas del telediario de hace más de 30 años que Pérez-Reverte nos metía en nuestras casas. Los caminos de las estrellas, como los de los hombres, son inescrutables. Que lo reconstruyan pronto. Donde hay cultura siempre hay un chalado al que le viene bien, siempre hay un perdido al que le ayuda a estarlo menos. Y eso es todo.

https://navarra.okdiario.com/opinion/javier-ancin/conferencia-planetario-pamplona-incendio-reconstruccion/20250115102136577749.html

14 enero 2025

Premios Zenda 2023-24


Los premios Zenda se estrenan por todo lo alto repartiendo prestigio

Bruno Pardo Porto - ABC - 14/01/2025

La gala de los premios Zenda empezó con una apuesta segura. «No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña»… En el escenario estaba el actor Emilio Buale, que leyó el inicio de 'Corazón tan blanco', de Javier Marías, y acto seguido hizo lo mismo con 'Malena es un nombre de tango', de Almudena Grandes. Así que invocada la memoria se pasó al sarao, una fiesta de la literatura con vocación de acontecimiento (cientos de escritores y académicos personalidades del mundo cultural y político, una convocatoria serie) en la que se entregaron doce galardones y en la que hubo una actuación musical de Loquillo y otra humorística de Leo Harlem, además, claro, de discursos y alegrías y celebraciones de «la excelencia literaria». El acto, presentado por Espido Freire y Jesús Vigorra, fue la constatación de sus principios, esto es, del entendimiento de la cultura como lugar de encuentro, como valor transversal.

Lo dijo Arturo Pérez-Reverte: «Pocas veces se han juntado tantos nombres desinteresadamente. La dotación de estos premios, en vez de ser económica, se mide en prestigio. Estos son unos premios de verdad, unos premios de justicia». Y esto lo demostraba, también, la composición del jurado: Jesús García Calero, director de 'ABC Cultural'; Guillermo Altares, de 'El País'; Nuria Azancot, de 'El Cultural'; Pepa Blanes, de la SER; Sergio Vila-Sanjuán, de 'La Vanguardia'; Laura Barrachina, de Radio Nacional; Antonio Lucas, de 'El Mundo'; Alberto Olmos, escritor y columnista de 'El Confidencial'; Cristina Rivera Garza, escritora y ganadora del Pulitzer 2023, y Santos Sanz Villanueva, crítico cultural. Además, Álvaro Colomer, redactor jefe de Zenda, ejerció como secretario del jurado, y Leandro Pérez, director de Zenda, como coordinador del mismo. Los galardones, que cuentan con el patrocinio de Iberdrola y Telefónica, además de con la colaboración del Banco Santander, y con 'XLSemanal' como medio colaborador, distinguieron libros publicados entre agosto de 2023 y julio de 2024.

Sin embargo, el primero en subir al escenario fue Fernando Arrabal, que a sus 92 años sigue mirando el mundo a través de sus gafas de colores, del asombro, y tal vez eso explique su lozanía. «Soy un escritor español, se me ha ofrecido la nacionalidad francesa, pero es imposible que yo sea francés. ¡Porque yo soy español!», celebró desde el atril. Él recibió el premio Zenda de Honor de manos de Antonio Lucas y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. También estaban entre el público Félix Bolaños, Marta Rivera de la Cruz, Borja Sémper, Jordi Martí Grau, Gabriel Rufián, Luis García Montero…

Después, los escritores Juan Gómez-Jurado y Bárbara Montes entregaron el premio Zenda Infantil y Juvenil a Leticia Costas, por el libro 'Siete dientes de león' (Nórdica). El Zenda de Poesía lo entregaron Karina Sainz Borgo y Luis Alberto de Cuenca, y fue para María Sánchez por 'Fuego la sed' (La Bella Varsovia). El Zenda de Ensayo fue para Xavier Pla por su biografía de Josep Pla, 'Un corazón furtivo' (Destino), y el de Traducción fue para Cristina Gómez Baggethum por traernos al español la 'Poesía completa' de Jon Fosse, que ha publicado Sexto Piso. Todos recomendaron libros, además de repartir premios.

Hubo contrastes muy divertidos. El cineasta Álex de la Iglesia entregó con el académico Carlos García Gual el Zenda de Historia, que recogieron Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío por su libro 'Fuego cruzado' (Galaxia Gutenberg). Luego, Loquillo ejerció de Loquillo para marcar el ecuador de la gala. A la vuelta, Fernando Belzunce, director editorial de Vocento, y la escritora Carmen Posadas, le dieron el premio Zenda Editorial a Jesús García Sánchez, esto es, Chus Visor. Y María José Solano y David Summers entregaron el premio Especial Zenda-Edhasa al pintor y escultor Augusto Ferrer-Dalmau. El Zenda a la Ópera Prima fue para 'La última frase' (La Uña Rota), de Camila Cañeque, tristemente fallecida. En su nombre lo recogieron Montse y Ramón, sus padres, en uno de los momentos más emotivos de la noche. Después, Paz Gil Soto, de la Librería Gil, recogió el Zenda Librería. Y el escritor y explorador narrativo Jorge Carrión el Zenda de Innovación.

Para el final dejaron el Zenda de Narrativa, que fue para Leila Guerriero por 'La llamada' (Anagrama), donde reconstruye la historia de Silvia Labayru, víctima de la última dictadura argentina. El cierre fue un contrapunto de Leo Harlem, que subió para hacer reír al personal y se fue de allí con un premio.

https://www.abc.es/cultura/premios-zenda-estrenan-alto-repartiendo-prestigio-20250114202320-nt.html

Fotos:

https://www.abc.es/cultura/premios-zenda-imagenes-20250114202103-ga.html

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Larga vida a los premios Zenda

Daniel Arjona - zendalibros.com - 15/01/2025

Cuentan que un hombre, un tal Danny Dravot, pudo reinar y que otro, sospechamos que atendía al nombre de Rudolf Rassendyll, llegó de hecho a ceñirse la corona sin pretenderlo. Pues bien, los ruritanos de Zenda nos impusimos hace no mucho la tarea de buscar a los nuevos reyes de la literatura en la lengua de Cervantes. Y, no se lo van a creer, los hemos encontrado.

El martes 14 de enero tuvo lugar en la Real Fábrica de Tapices de Madrid la ceremonia de entrega de los Premios Zenda 2023-24, primera edición de unos galardones patrocinados por Iberdrola, Telefónica y Banco Santander con el fin de reconocer la labor literaria, editorial y el fomento de la lectura durante la temporada literaria. Y qué ceremonia: Fernando Arrabal, Loquillo, Arturo Pérez-Reverte como director de orquesta y emotivos homenajes a los fallecidos Javier Marías y Almudena Grandes por parte del actor Emilio Buale. No hemos querido saber, pero hemos sabido, que los Zenda nacen ya como unos de los más importantes laureles que coronan a los mejores escritores en español.

Fue una noche memorable. Al amparo del periodista Jesús Vigorra y de la escritora Espido Freire, los presentadores, distintas celebridades de la política, la literatura o el cine, fueron entregando los «zendas», unas estatuillas diseñadas ex profeso para la ocasión, a los premiados por cada una de las doce categorías seleccionadas por un jurado de otros doce periodistas, críticos y escritores. Doce hombres, y mujeres, con piedad. Y con buen ojo: Guillermo Altares, Nuria Azancot, Pepa Blanes, Laura Barrachina, Jesús García Calero, Antonio Lucas, Alberto Olmos, Cristina Rivera Garza, Santos Sanz Villanueva, Sergio Vila-Sanjuán, y Álvaro Colomer y Leandro Pérez como secretario y coordinador del jurado, respectivamente.

Arturo Pérez-Reverte recibió a los premiados y a los más de trescientos asistentes, entre ellos el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y el ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, con estas palabras: «Pocas veces se han juntado tantos. Celebramos el noveno aniversario de Zenda, una cooperativa de esfuerzos, un territorio de amigos y libros. Hace años que soñamos con reconocer el talento de escritores, editores y libreros. Estos son premios de verdad con un altísimo jurado que esperamos que permanezcan en el futuro».

Ya sólo el arranque de la entrega de premios fue apoteósico. Cómo no va a serlo la presencia de una leyenda de las letras españolas como el dramaturgo Fernando Arrabal, que a sus 92 años recibió de manos de Martínez-Almeida, y del poeta y periodista Antonio Lucas el premio Zenda de Honor 2023-2024. Arrabal se alzó a la altura de su gloria: «Me han ofrecido la nacionalidad francesa, pero es imposible porque soy un escritor español y lo seré siempre».

Unos cuantos años menos que Arrabal atesoran los lectores de la segunda premiada de la velada, Ledicia Costas, Premio Zenda Infantil y Juvenil por su libro 'Siete dientes de león' (Nórdica). Se lo dieron Bárbara Montes y Juan Gómez-Jurado. Por cierto que los organizadores del premio tuvieron la feliz idea de ir pidiendo una recomendación lectora a cada uno de los encargados de entregar los galardones. Próximamente, Zenda publicará la lista de los libros elegidos para solaz de bibliófilos y letraheridos.

Los siguientes por subir al atril de la espléndida Real Fábrica de Tapices fueron María Sánchez, premio Zenda de Poesía por 'Fuego la sed' (La Bella Varsovia), entregado por Luis Alberto de Cuenca y Karina Sainz Borgo; Xavier Pla, premio Zenda por 'Un corazón furtivo' (Destino), su imponente biografía de Xavier Pla, dado por Luis Mateo Díez y José María Merino; y Cristina Gómez Baggethun, premio Zenda de Traducción por su labor en 'Poesía completa (volumen I y II)', de Jon Fosse, publicado en Sexto Piso. Le brindaron la estatuilla Jordi Martí Grau y Ray Loriga. Fue entonces el turno de que aparecieran en escena nada menos que el director de cine Álex de la Iglesia y el maestro helenista Carlos García Gual para entregar el Premio Zenda de Historia a Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío por 'Fuego cruzado' (Galaxia Gutenberg).

La fiesta de los libros cruzaba en ese momento su ecuador tras entregar sus primeros seis galardones cuando, de pronto… ¿era Loquillo ese tipo que se alzaba en ese momento sobre los presentes? Quién iba a ser si no aquel gigante de dos metros vestido de su negro sempiterno sin que nadie ya le pregunte el porqué. 

Llegó el Loco, cantó «Brillar y brillar», triunfó y se marchó. Los siguientes señalados por las mieles de los Zenda fueron el sello Visor, Premio Zenda Editorial, entregado por Carmen Posadas y Fernando Belzunce, director editorial de Vocento; la recientemente fallecida artista Camila Cañeque, premio Zenda Opera Prima por 'La última frase' (La Uña Rota) que recogieron sus padres, Montse y Ramón, de manos de José Luis Garci y Chema Alonso, Chief Digital Officer de Telefónica, en el momento más emocionante de la noche; y la librería Gil, premio Zenda Librería que entregaron Juan Manuel Cendoya Méndez de Vigo, vicepresidente de Santander España, y Jorge Fernández Díaz, flamante ganador del Premio Nadal, que recogió su propietaria, la librera Paz Gil Soto.

Reverberaba ya en el ambiente el rumor de la inminente gran traca final. La superventas Megan Maxwell y Carlos Fernández Guerra, director de Digital y Redes Sociales de Iberdrola fueron los encargados de brindar el premio Zenda Innovación al hiperactivo y siempre impredecible narrador Jorge Carrión. Dos grandes de nuestras Letras, los escritores Javier Cercas y Julia Navarro, recibieron entonces en el escenario a la periodista argentina Leila Guerriero, premio Zenda de Narrativa 2023-2024 por su impresionante La llamada (Anagrama).

En el fragor de esta última andanada se dio a conocer también el que tal vez fuera el galardón más especial de la jornada, el Premio Especial Zenda-Edhasa. Es este un premio independiente, propio y original, otorgado por los editores del sello y vinculado a la colección de Clásicos de Aventuras de Zenda-Edhasa. Y su primer destinatario no podía ser otro que el gran Augusto Ferrer-Dalmau, pintor y portadista de la colección, a quien entregaron el trofeo David Summers, legendario cantante de Hombres G, y María José Solano, coeditora de Zenda-Edhasa.

¿Ya? ¿Había concluido el espectáculo? No tan deprisa. Cuando el auditorio amagaba con ponerse en pie con el ojo a la busca de las inevitables bandejas de vinos españoles y canapés variados, apareció el aguafiestas de turno para que volvieran a sentarse. Sí, hablamos de Leo Harlem. El director y humorista exigió su propio premio y como es sabido que colecciona plumas y navajas, fue obsequiado por Luz Gabás y Leandro Pérez con un bello y afilado ejemplar de las segundas, porque, en palabras de Pérez-Reverte, «en los tiempos que corren va a ser más útil para ti una navaja que una pluma».

Y ahora sí, bajó el telón y se alzaron tintos, cavas y aperitivos, cundieron dimes, diretes y parabienes y los presentes celebraron, cada uno de su padre y de su madre, pero lectores todos, como ustedes, amigos de Zenda.

https://www.zendalibros.com/larga-vida-a-los-premios-zenda/

Lo que hay detrás de los Premios Zenda: Un 'cónclave' de iconos de nuestra literatura

Alfonso Abril - El Cierre Digital - 18/01/2025

El pasado martes 14 de enero tuvo lugar en la Real Fábrica de Tapices de Madrid la ceremonia de entrega de los Premios Zenda 2023-24. Se trata de la primera edición de estos galardones que tienen el fin de reconocer la labor literaria, editorial y el fomento de la lectura durante todo el año 2024. Esta ceremonia está organizada y dirigida por el creador de Zenda, Arturo Pérez-Reverte. Como director de orquesta, rindió en principio unos emotivos homenajes a los autores fallecidos Javier Marías y Almudena Grandes.

Los presentadores del acto fueron el periodista Jesús Vigorra, con su poderosa voz, y la escritora Espido Freire. Para la entrega de las diversas distinciones se llamó a celebridades de la política, la literatura o el cine allí presentes. Fueron entregando los Zendas 2024. Consiste en un curioso, bonito y elegante diseño de un libro de material pesado con la denominación del premio en su portada.

Los premiados por cada una de las doce categorías fueron seleccionadas por un jurado de otros doce periodistas, críticos y escritores. Tales como, Guillermo Altares, Nuria Azancot, Pepa Blanes, Laura Barrachina, o Alberto Olmos, entre otros, y Leandro Pérez como secretario. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, estuvieron invitados y fueron participantes en la entrega de algún premiado.  

Arturo Pérez-Reverte, en su alocución fue sincero en sus palabras, dando a entender que sus premios no tienen una respuesta económica, sino cultural. Y en eso se basa esta curiosa “cooperativa literaria”. Permite a Zenda editar periódicamente libros en los que se cuentan y se narran pequeñas historias de los mejores autores de nuestro momento. "Pocas veces se han juntado tantos", dijo Arturo. "Celebramos el noveno aniversario de Zenda, una cooperativa de esfuerzos, un territorio de amigos y libros. Hace años que soñamos con reconocer el talento de escritores, editores y libreros”, explicó.

El evento tuvo un buen principio con la presencia de Emilio Buale, que leyó el principio de 'Corazón tan blanco', de Javier Marías. Hizo lo mismo con 'Malena es un nombre de tango', de Almudena Grandes. Fue ovacionado y aplaudido por el punto de sentimiento que puso en su alocución.

El primero en recibir el galardón fue una leyenda de las letras españolas, el dramaturgo Fernando Arrabal. A sus 92 años, recibió de manos de Martínez-Almeida y del poeta y periodista Antonio Lucas el premio Zenda de Honor 2023/2024. Arrabal procura siempre que su presencia tenga que ser de una relevancia y de tono más que abstracto, ecléctico. Su pequeña y diminuta figura se daba un efecto de reconocer su presencia por la montura de unas gafas extrañas y voluminosas que hacían que se diferenciara del resto del personal. Igualmente llevó a cabo, en su ligera alocución, un aviso a navegantes de que a él le habían ofrecido ser francés y que en absoluto lo podía considerar. Porque, él era "¡español! y seré siempre un escritor ¡español!”. Esta expresividad de Arrabal venía avalada por su volumen.

Con unos cuantos años menos que Arrabal, atesoran los lectores de la segunda premiada de la velada: Leticia Costas, Premio Zenda Infantil y Juvenil por su libro 'Siete dientes de león'. Se lo entregaron la escritora Bárbara Montes y Juan Gómez-Jurado. Los siguientes por subir al atril fueron María Sánchez, Premio Zenda de Poesía, por 'Fuego la sed' de la editorial La Bella Varsovia. Le fue entregado por Luis Alberto de Cuenca y Karina Sainz Borgo. Posteriormente, le tocó el turno al dramaturgo Xavier Pla, premio 'Un corazón furtivo, su imponente y atesorada biografía literaria. El premio fue entregado por Luis Mateo Díez y José María Merino.

Cristina Gómez Baggethun es Premio Zenda de Traducción por su labor en 'Poesía completa (volumen I y II)', de Jon Fosse, publicado por la editorial Sexto Piso. Le entregaron el Libro Zenda Jordi Martí Grau y Ray Loriga. Fue entonces el turno nada menos que el director de cine Álex de la Iglesia y el maestro helenista Carlos García Gual. Entregaron el Premio Zenda de Historia a Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío por Fuego cruzado, editado por Galaxia Gutenberg.

En ese momento se hizo un pequeño descanso para sorprender al personal con la intervención musical del cantante Loquillo. Estuvo acompañado de dos guitarristas y poniendo una pátina musical con dos temas de alta sensibilidad, música a la que últimamente nos tiene Loquillo acostumbrado. Amenizó el ecuador de la gala para dar paso a los siguientes premiados. En concreto el sello editorial Visor, Premio Zenda Editorial, entregado por Carmen Posadas y Fernando Belzunce, director editorial de Vocento.

A continuación, un momento triste y en cierta manera sobrecogedor fue la entrega del Premio Zenda Opera Prima a la recientemente fallecida artista Camila Cañeque, por 'La última frase', de la editorial La Uña Rota. Esta autora de solo 39 años había escrito su libro y fallecido recientemente sin posibilidad de saber el buen resultado de su trabajo. Esta desgracia era contada por sus padres, que recogieron el preciado premio de manos de José Luis Garci y Chema Alonso. Convirtieron la sala de la Fábrica de Tapices en el momento más emocionante de la noche.

La librería Gil de Santander se llevó el Premio Zenda Librería. Lo entregó Juan Manuel Cendoya y Méndez de Vigo, alto cargo del Banco Santander. Lo recogió la propietaria de la librería, Paz Gil Soto. Megan Maxwell y Carlos Fernández Guerra, director de Digital y Redes Sociales, fueron los encargados de brindar el Premio Zenda Innovación. Se lo dieron al hiperactivo y siempre impredecible narrador Jorge Carrión.

Dos grandes de nuestras letras, los escritores Javier Cercas y Julia Navarro, recibieron entonces en el escenario a la periodista argentina Leila Guerriero. Le dieron el Premio Zenda de Narrativa 2023-2024, por su impresionante obra literaria editada por Anagrama, 'La llamada'.

Como colofón final, se dio a conocer también el que tal vez fuera el galardón más especial de la jornada, el Premio Especial Zenda-Edhasa. Es este un premio independiente, propio y original, otorgado por los editores del sello y vinculado a la colección de Clásicos de Aventuras de Zenda-Edhasa. Y su primer destinatario no podía ser otro que el gran Augusto Ferrer-Dalmau, pintor y portadista de la colección. Le entregaron el trofeo David Summers, legendario cantante de Hombres G, y María José Solano, coeditora de Zenda-Edhasa. 

Y como punto final, para seguir con las sorpresas y ser en cierta manera diferente a otros premios, llegó el humorista Leo Harlem. Hizo sonreír a los invitados y dio un momento humorístico exigiendo su propio premio. Ya que Leo es coleccionista de plumas y navajas, el grupo Zenda tuvo a bien obsequiarle con un bello y afilado ejemplar de navaja. Una auténtica y voluminosa faca al estilo de las exhibidas en las famosa correrías de los atracadores de Sierra Morena. En palabras de Pérez-Reverte, "en los tiempos que corren va a ser más útil para ti una navaja que una pluma".

No podemos dejar de recordar que Zenda Libros es una plataforma dedicada a la promoción y difusión de la literatura en español. Fundada en abril de 2016 por el escritor Arturo Pérez-Reverte y dirigida por Leandro Pérez, Zenda ha publicado artículos de más de 1.700 autores iberoamericanos. Celebra concursos literarios todos los meses y publica novelas de aventuras en la editorial Zenda-Edhasa, dirigida por María José Solano. Zenda sido distinguida con el Premio Liber por el fomento de la lectura y también  con el Premio Pop Eye 2022 a la mejor publicación.

https://elcierredigital.com/cultura/los-que-hay-detras-premios-zenda-conclave-iconos-nuestra-literatura

Hermana Zenda

Karina Sainz Borgo - ABC - 19/01/2025

Zenda Libros apareció en abril de 2016 y desde entonces se mantiene en pie como un territorio libérrimo. Durante estos nueve años, el proyecto cultural de periodismo literario independiente no sólo reunió a las más prestigiosas figuras, sino que se convirtió en plataforma para nuevas firmas. Es ese lugar donde lectores, periodistas, editores, escritores, autores noveles, libreros y todos los interesados en el mundo de la literatura establecen contacto. La primera edición de los premios Zenda, celebrada esta semana, supone la expresión de ese deseo en la realidad.

Fundada por el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte y dirigida por Leandro Pérez, su nombre tenía que ser claro y directo. Pérez-Reverte se valió de la novela 'El prisionero de Zenda', de Anthony Hope. «No era, desde luego, la más perfecta novela del mundo; pero sí una aventura apasionante, un folletín a la antigua, en el mejor sentido del término, que no puede dejar de leerse con una sonrisa agradecida y cómplice», dijo hace ya unos años de aquella elección.

Zenda es ya una apasionante y prometedora realidad en la que confluyen españoles, mexicanos, argentinos, puertorriqueños, colombianos, venezolanos… Las fronteras de Zenda, lugar del literario país de Ruritania que imaginó Anthony Hope, están abiertas para todos. Además del periodismo, el proyecto incluye Zenda Aventuras, una editorial especializada en la publicación de clásicos. Surgió con el apoyo del autor Arturo Pérez-Reverte, las ilustraciones de Augusto Ferrer-Dalmau y la dirección de la escritora María José Solano, responsable de esta colección que recupera clásicos literarios no reeditados en español y enraíza aún más la presencia de Zenda en el ejercicio de su labor cultural.

Zenda se caracteriza por la pluralidad, profundidad y calidad de su contenido: entrevistas largas y sesudas a escritores, creadores y personajes del mundo cultural; también blogs, columnas y experimentos literarios que recuperan desde la literatura por entregas, los dietarios y las columnas hasta la edición de antologías literarias. Somos muchos los que crecimos bajo su impulso y celebramos cada año de esta publicación libérrima y hermana. Larga vida, pues, a su proyecto.

https://www.elcorreo.com/xlsemanal/a-fondo/premios-zenda-arturo-perez-reverte-literatura.html

https://www.abc.es/noticias/jose-f-pelaez-espana-deberia-20250119000811-nt.html

11 enero 2025

El efecto Pérez-Reverte

Sergio Vila-Sanjuán - La Vanguardia - 11/01/2025

El próximo martes tendrá lugar, en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, el acto de entrega de los primeros premios Zenda. La revista literaria digital que les da nombre, hoy una de las más leídas en el ámbito hispanoamericano, fue puesta en marcha en el 2016 por el novelista Arturo Pérez-Reverte con la intención, poco usual en el gremio, de que fuera un puerto de acogida para autores interesantes de todas las tendencias, desde los más populares a los más secretos. Que se convirtiera en “un territorio de libros y amigos”, desde una perspectiva liberal y sin anteojeras de grupo ni ideológicas. Bajo la dirección de Leandro Pérez, ha publicado desde su creación más de 1.700 artículos, reportajes y reseñas, de colaboradores españoles y americanos.

La expansión de la revista llevó a pensar en unos galardones que reconocieran la labor literaria, editorial y de fomento de la lectura. En esta primera convocatoria hemos sido invitados a formar parte del jurado una docena de periodistas culturales y escritores. 

Se han fallado diez categorías correspondientes al 2023: la de narrativa ha recaído en Leila Guerrero por 'La llamada'; la de poesía, en María Sánchez por 'Fuego la sed'; la de ensayo, en Xavier Pla por su biografía del autor de 'El quadern gris'. La de historia, en Fernando del Rey y Manuel Álvarez por 'Fuego cruzado'; infantil y juvenil, en Ledicia Costas por 'Siete dientes de león'; ópera prima, en Camila Cañeque, autora barcelonesa fallecida poco antes de la publicación de 'La última frase'. La de labor editorial, en Visor; la de traducción, en Cristina Gómez Baggethun por la 'Poesía completa' de Jon Fosse; la de librería, en la Paz de Pontevedra; la de innovación, en el colaborador de este diario Jorge Carrión; y el Zenda de Honor, en el veterano dramaturgo Fernando Arrabal.

Hay muchas aproximaciones posibles al hecho literario, y uno acrisolado y muy revertiano es el que privilegia la experiencia genuina y no impostada, el amor a la aventura y la pasión vital. El lanzamiento de una colección de libros vinculada a Zenda arrancó en solitario como Zenda aventuras, y desde hace un par de años se desarrolla en colaboración con Edhasa, referencia en novela histórica. Bajo el sello Zenda Edhasa se han recuperado clásicos como 'Las cuatro plumas', de A.E.W. Mason; 'Taras Bulba', de Nikolái Gogol; muy oportunamente 'El jorobado de Notre Dame', de Victor Hugo; 'Juventud', de Joseph Conrad; 'Los cañones de Navarone', de Alistair MacLean; 'Fantomas', de Souvestre/Allain, o el 'Peter Pan' de James M. Barrie, que se coló por nuestras ventanas a tiempo para la última Navidad, recordándonos que “también nosotros hemos estado en la isla de los Niños Perdidos y, aunque ya nunca más podamos desembarcar allí, todavía a oímos el murmullo de las olas”. Todos con prólogo de Pérez-Reverte, a quien se debe la cita anterior, e ilustración de su amigo el pintor barcelonés Augusto Ferrer-Dalmau.

Zenda aparte, otra iniciativa del padre del capitán Alatriste que ha cuajado es el encuentro Letras en Sevilla, codirigido con otro cómplice habitual, el periodista Jesús Vigorra. Catorce mil personas han pasado en nueve años por la Fundación Cajasol para escuchar a un centenar de escritores, historiadores y políticos debatiendo temas como “Literatura y Guerra Civil”; “Chaves Nogales, una tragedia española”; “Toros sí, toros no”; “Monarquía o república” o, codirigida con Carmen Calvo, “El poder de las mujeres”. 

Por las sesiones sevillanas han pasado entre otros  Paul Preston, Ian Gibson, Almudena Grandes, Juan Eslava Galán, Andrés Trapiello, Jorge Fernández Días, Alfonso Guerra, Juan Carlos Monedero, Rafael de Paula, Rosa Montero, Cayetana Álvarez de Toledo, Santiago Muñoz Machado, Ignacio Peyró, Carmen Posadas... La próxima, “Políticos: ¿solución o problema?”, lo abrirá Felipe González el 3 de febrero.

A Arturo Pérez-Reverte, el escritor español vivo más traducido según el Mapa del Instituto Cervantes, autor de novelas superventas que cada temporada se colocan en los primeros puestos de las listas de la consultora GFK, le han quedado tiempo y energía en los últimos años para convertirse también en un dinamizador cultural de primera magnitud, con iniciativas abiertas que extienden su universo creativo y buscan a la vez beneficiar al mundo de las letras en su conjunto. Sin duda, una rara avis en nuestra historia literaria.

https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20250111/10272218/perez-reverte-zenda-sevilla.html

08 enero 2025

Era mi problema final

Raúl R Méndez - raulrmendez.wordpress - 08/01/2025

Iba yo el otro día caminando por las frías pero luminosas calles del centro de Valladolid tras una comida de cuyo importe no quiero acordarme; las manos, en los bolsillos del abrigo para tratar de resguardarme del por momentos irrespirable aire gélido que puebla la ciudad estos días, el pañuelo de seda cubriendo cuello y boca para no congelarme en el intento fallido de regresar a mi casa sin constiparme o necesitar de una sopa que escupiera fuego, lava, rocas ígneas para rascar la garganta —como habrán podido notar a estas alturas, el invierno es mi estación favorita—. Cuando me di cuenta de que aquello era misión imposible, o quizá fue solamente porque buscaba una buena excusa para ello, me decidí a entrar a mi librería de confianza en busca de novedades literarias que llamaran mi atención o, en su defecto, de algunas novelas de la colección de la editorial Zenda-Edhasa a las que llevo un tiempo queriendo echar el guante. Y de paso me resguardaba del frío, descansaba un poco y respiraba sin capas de tela de por medio.

Fue entonces cuando, por entre los cientos de novelas romántico-eróticas y los miles de libros de autoayuda que pueblan las estanterías de la entrada —léeme y te harás rico, hojea mis páginas y adelgazarás, conoce el modo de vida estoico y aplícalo a tu vida diaria en estos diez sencillos pasos— y que empañan la visión de quien quiere encontrar literatura que merezca la pena (o literatura, a secas), un pequeño libro de color rubí llamó mi atención de inmediato: El problema final, del maestro Pérez-Reverte, había sido editado ahora en formato bolsillo, y yo no había podido sino reconocer, en menos de lo que canta un gallo, a mi viejo amigo Hopalong Basil en impecable traje beige ahora incluso más resaltado por el tono rojizo de la nueva portada. Hinco la rodilla —ésta sólo se hinca para los libros y las pedidas de mano, ni siquiera ante las patrias, los dictadores o los dioses— para coger un ejemplar.

De inmediato sucede algo que jamás me había ocurrido nunca. Normalmente, al pasar cerca de una lectura hecha como el que pasa cerca de un compañero o un ajado recuerdo, la reacción habitual para mí suele ser la del escalofrío, la sonrisa rápida y nada más. En este caso en concreto fue la de la melancolía, cual si echase tanto de menos aquella sensación de primera vez que me inundó al leer la historia, que hubiese dado todo cuanto tenía para que allí mismo me hubieran borrado la memoria con tal de jugar de nuevo a descubrir al culpable, desde cero. De vuelta a la casilla de salida.

Recordaba aquellas noches leyendo, apostado en mi cama y una manta sobre las piernas cruzadas, una taza con una bebida humeante y mil quebraderos de cabeza en el puzle mental que Arturo fue capaz de venderme. En un abrir y cerrar de ojos y sin darme cuenta, quizá eran ya las cuatro de la mañana y andaba yo resolviendo acertijos, atando cabos sueltos, olfateando en busca de pistas verdaderas y detectando las falsas, releyendo párrafos anteriores para cerciorarme de que estaba en lo correcto; anotando en un cuaderno (a falta de una pizarra) posibles culpables, trazando conexiones y despachando evidencias. Como lo mío será cualquier cosa salvo convertirme en detective privado, evidentemente fracasé —diablos, don Arturo, dije al alcanzar la resolución: es usted un hijo de muy mala madre— y los dos posibles culpables que me permití seleccionar fueron a cada cual más ridículos. Se quedó conmigo y bien que debió disfrutar con ello, el muy pícaro.

La gente que hacía cola para pagar debía estarme mirando como quien mira a un fantasma, o al holandés errante, pero a mí me daba exactamente igual: era mi problema final. Bien podían haber pasado cinco segundos, cinco minutos o cinco horas que yo no lo habría adivinado: tenía congelada la percepción del tiempo, recordando con una inocente sonrisa de oreja a oreja una de las historias (contemporáneas) más increíbles y adictivas que he leído nunca. Vuelvo a agacharme para dejar la novela en su debido sitio, no sin antes luchar para redimir los impulsos de coleccionista que ansía comprarla otra vez —no hay suficientes libros por comprar que vamos a lanzarnos a por uno que ya tenemos, le digo a mi subconsciente para apaciguarlo, en plan animal salvaje y tal— y continúo el paseo de rigor.

El frío que habitaba mis pulmones, después de un largo rato, se había disipado ya (a Dios gracias). Salgo de la librería —al final terminé comprando 'El tango de la Guardia Vieja', para compensar la pérdida— y entonces una ligera sonrisa vuelve a recorrer mi rostro, a la par que una resolución irónica y cuando menos divertida. Tal como afirmaría Umberto Eco, y como tantos otros dicen, o dijeron, leer te mantiene vivo. Y caliente. Porque una biblioteca, como dirían otros tantos, es casi una habitación cerrada con llave, segura, hecha de vivencias, guiños entre etapas de uno mismo, de esencias. Un lugar donde estar a salvo, no sólo en los tiempos buenos sino también en los más lúgubres.

https://raulrmendez.wordpress.com/2025/01/08/era-mi-problema-final/

07 enero 2025

Entender la Argentina


ABC - 07/01/2025

Desde hace veinticinco años soy amigo de Jorge Fernández Díaz, pero no me ciegan en absoluto los afectos cuando digo y lo he dicho muchas veces que, además de ser el columnista político más combativo e influyente, Jorge es el escritor vivo más importante y representativo de la Argentina. Si para comprender la realidad eterna de aquel país resulta imprescindible leer a Roberto Arlt y a Borges, nadie puede entender la Argentina contemporánea sin la lectura de Oswaldo Soriano ya fallecido y de Jorge Fernández Díaz.

Las novelas, relatos y artículos de Jorge, su literatura fascinante que toca toda clase de registros, desde el género negro al sentimental, el bélico o el costumbrista, y que a veces o a menudo, con más o menos interposición literaria bordea o entra directamente en la no ficción, ponen de manifiesto la implacable, dura, feroz y siempre descarnada argentinidad de sus personajes, proporcionan horas de intenso placer y crean eternas fidelidades lectoras, lealtades que se ponen de manifiesto en la forma en que cada uno de sus libros, trátese de novelas o de relatos, alcanza siempre, apenas publicado, el primer puesto en las listas de libros más vendidos de su país.

Ojalá este premio Nadal, tan merecido, tan necesario, haga que los lectores españoles se familiaricen todavía más con la obra amplia, fascinadora, enorme en calidad y contenidos, de este gran escritor que honra nuestra lengua y nuestra inteligencia desde el otro lado del Atlántico.

Enhorabuena, Cuchillero, viejo amigo. Te admiro hoy como ayer. Como siempre.

https://www.abc.es/cultura/libros/arturo-perezreverte-entender-argentina-20250106210353-nt.html

05 enero 2025

A Sandra Ávila Beltrán no le gustó la actuación de Kate del Castillo en La Reina del Sur, por hacerla ver “masculina”


Mariana Gutiérrez - sdpnoticias.com - 05/01/2025

Sandra Ávila Beltrán rompió el silencio revelando que no le gustó la actuación de Kate del Castillo en 'La Reina del Sur'. ¿Por qué? Asegura que la hacía ver “masculina”. Sandra Ávila Beltrán, de 64 años de edad, mejor conocida como La Reina del Pacífico, ha dado su opinión sobre la actuación de Kate del Castillo, de 52 años de edad, en 'La Reina del Sur'. 

No cabe duda que una de las actuaciones más memorables de Kate del Castillo ha sido la que realizó en la serie de 'La Reina del Sur' para Telemundo. Si bien la historia está basada en la obra homónima de Arturo Pérez-Reverte, hay quien asegura que se inspiró en Sandra Ávila Beltrán. Pues cabe recordar que Sandra Ávila Beltrán es mejor conocida como La Reina del Pacífico, una narcotraficante mexicana. Y aunque muchos quedaron encantados con la actuación de Kate del Castillo en 'La Reina del Sur' durante tres temporadas desde el 2011, no lo fue para Sandra Ávila Beltrán. Pues la narcotraficante mexicana ha externado su opinión sobre Kate del Castillo y su actuación en 'La Reina del Sur', serie que por cierto le dio fama internacional a la actriz.

Y es que Sandra Ávila Beltrán dijo estar insatisfecha con la actuación de Kate del Castillo, pues asegura que así no era ni es ella: “No la conozco en persona. Es una actriz que le dieron un papel y creo que ese personaje la llevó a la fama mundial. No lo interpreta como yo sé, como dice Verónica Gallardo, yo soy muy femenina y ahí lo hace. Cuándo miré un pedazo la veo como más tosca, como hombre”. Para Sandra Ávila Beltrán, la actuación de Kate del Castillo en 'La Reina del Sur' la hizo ver más ruda y varonil, lo cual no le gustó a La Reina del Pacífico.

De hecho en 2023, Sandra Ávila Beltrán ganó una demanda contra la serie de 'La Reina del Sur' producida por Telemundo. Esto por el uso de su imagen sin su autorización y con fines de lucro, ya que en 2019 usaron el video de su detención para promover la segunda temporada. Es por eso que en múltiples ocasiones, Sandra Ávila Beltran considera que la serie de 'La Reina del Sur' ha desprestigiado su imagen.

https://www.sdpnoticias.com/espectaculos/famosos/a-sandra-avila-beltran-no-le-gusto-la-actuacion-de-kate-del-castillo-en-la-reina-del-sur-por-hacerla-ver-masculina/