Pueblo, 18 de diciembre de 1975
[El Aaiún, de nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte]
En pleno centro de la ciudad, junto a la calle principal de El Aaiún, el coche celular marroquí se detuvo bajo la lluvia. Cuatro gendarmes, fusil en bandolera, penetraron en la vivienda mientras sus compañeros vigilaban los extremos de la calle. Dos periodistas españoles contemplábamos la escena que se desarrollaba en una zona que, teóricamente, todavía se encontraba bajo jurisdicción de las tropas españolas.
A los pocos minutos, los gendarmes reaparecieron conduciendo a un hombre, un saharaui que fue introducido en la trаsera del vehículo, con puertas y ventanas cubiertas de reja metálica. Ante la mirada de los escasos transeúntes que a esa hora circulaban por las calles, el coche arrancó, perdiéndose entre las calles vecinas. De esa forma, todavía discretamente, sin excesiva ostentación, las trоpas marroquíes efectúan diariamente detenciones de saharauis sospechosos de pertenecer al Frente Polisario. Los registros continúan en los barrios musulmanes de la ciudad. Hace unos días, la Policía marroquí se presentó durante la noche en la vivienda de una familia cuya hija se encuentra en el desierto con el Polisario. Según la versión de testigos presenciales, los marroquíes propinaron una paliza a una hermana de la guerrillera que, desgraciadamente, poseía un gran parecido físico con aquélla. Yo conocí a la muchacha, que se unió al Frente Polisario, e incluso ‘Pueblo’ publicó la fotografia que le hice hace menos de un mes en la guerrilla. Desearía creer que no fue mi fotografía la culpable de este incidente.
Otra escena penosa tuvo lugar ayer. frente al parador nacional, sede de las delegaciones oficiales marroquí y mauritana. Un saharaui, que circulaba con un bulto de ropa bajo el brazo, fue inmediatamente detenido por la Policía de Seguridad marroquí y, tras recibir varios culatazos, fue conducido al interior, a pesar de que en el hatillo de ropa sólo llevaba un viejo “derrah”.
Los marroquíes, a pesar de haberse instalado en El Aaiún con elevado número de soldados, gendarmes y fuerzas auxiliares, a pesar de sus constantes declaraciones de que el pueblo saharaui es amigo y los ha recibido con los brazos abiertos, demuestran una auténtica preocupación ante la posibilidad de acciones terroristas del Frente Polisario, y el temor está justificado. Según fuentes españolas dignas de crédito, un convoy marroquí fue atacado el martes por los guerrilleros, entre Dahora y El Aaiún, con el balance de un oficial de las FAR muerto y varios heridos marroquíes. Por otra parte, a menudo se oyen durante la noche explosiones o algún disparo lejano, pero cоmo todo sucede en zonas totalmente controladas por Marruecos, resulta imposible obtener información al respecto. A partir de las dieciséis horas de ayer, las fuerzas de seguridad marroquíes se hicieron cargo de la custodia en la mayor parte de los edificios oficiales de El Aaiún. Ante el banco, Correos y Telégrafos, Teléfonos, la oficina de Iberia, la Casa de España, el cine local, las fuerzas auxiliares marrоquíes se fueron distribuyendo por las calles, fusil y metralleta al brazo.
La calle principal de El Aaiún se encontraba a media tarde ocupada por varios vehículos de la gendarmería. Durante un par de horas los marroquíes controlaron prácticamente la capital del Sahara... Pero digo durante un par de horas porque aquella maniobra, según informaría más tarde un portavoz oficioso del Estado Maуor del Sahara, se debió a una errónea interpretación de las órdenes recibidas. Sobre las seis de lа tarde, la situación volvía a la normalidad, dentro de lo que cabe. De todas formas, los marroquíes siguen controlando un amplio sector de la ciudad.
Y también Radio Sahara. Desde hace días, Marruecos emite boletines informativos de propaganda en hassanía y árabe a través de las antenas de la radio española e incluso, según medios autorizados, están efectuando gestiones ante las autoridades marroquíes para emitir también sus boletines de información en castellano.
Se acabó también la tolerancia para los fotógrafos de prensa y de televisión españoles. Desde ahora, para inmortalizar gráficamente a los soldados o gendarmes marroquíes hay que jugarse el bigote, de lo que puede dar fe el corresponsal de RTVE retenido tenido durante varios minutos por los marroquíes en la carrеtera de Smara.
Ayer se esperaba la llegada del ministro de Información marroquí, señor Benhima, pero en el último momento fue aplazada la visita por causas que se desconocen. Quien sí llegó fue el secretario general del Sahara, coronel Rodríguez de Viguri, quien durante diez días ha mantenido consultas sobre el futuro del Sahara en medios oficiales de la capital de España. Para las siete de la tarde de ayer, Rodríguez de Viguri tenía prevista una reunión de jefes de servicio para informarles de las instrucciones recibidas del gobierno español respecto a la situación de los funcionarios españoles que permanecerán en el Sahara tras la evacuación de las tropas españolas.
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