09 marzo 2023

La RAE da por zanjada la polémica con la tilde de solo: se puede poner si quien escribe cree que hay riesgo de ambigüedad

Manuel Morales - elpais.com - 09/03/2023

Solo una palabra, "solo", ha provocado una encendida polémica en la Real Academia Española (RAE) y las redes sociales en la última semana que ha motivado la comparecencia el jueves del director de la institución, Santiago Muñoz Machado, tras el pleno celebrado para intentar aclarar lo acordado una semana antes, y que fue lo que provocó la controversia. Ese día se decidió “modificar la redacción de la norma” sobre si se debe poner o no tilde a esta palabra cuando es adverbio y quien escribe cree que hay riesgo de ambigüedad por confundirla con su uso como adjetivo. Como sucede en la frase “Voy solo al concierto” (¿voy sin nadie más o es que voy únicamente al recital?). “Ante el interés de este debate y para que no haya varias voces que lo expliquen”, ha dicho, “se ha aprobado por unanimidad el acta del pleno anterior, en el que se cambiaba el texto de una norma que establece desde 2010 que no debe tildarse solo”. Las excepciones establecidas entonces, cuando haya riesgo de ambigüedad y el "solo" adverbio pueda confundirse con el "solo" adjetivo, “quizás no estaban todo lo claro posible”, ha añadido. Por eso, con la vista puesta en el próximo Congreso Internacional de la Lengua Española, del 27 al 30 de marzo, en Cádiz, se decidió esta modificación, para presentarla junto a otras en la nueva versión en línea del 'Diccionario Panhispánico de Dudas'.

La novedad del jueves 2, ratificada el jueves 9, es que la posible ambigüedad de "solo" queda “a juicio del que escribe”. Esto motivó hace una semana la euforia de académicos como Arturo Pérez-Reverte, porque parecía que podría tildar la palabra cuando se quisiera, mientras que la posterior comunicación desde la propia cuenta de la RAE, al día siguiente, negaba que hubiera un cambio de la norma. El cineasta y académico Manuel Gutiérrez Aragón reconoce que el acuerdo suscitó entre los tildistas “una gran euforia, casi como el gol de Zarra”. Antes del pleno del jueves, un miembro de la corporación decía a este medio que la diferencia entre lo dicho por Pérez-Reverte y por la RAE parecía obedecer a “un malentendido del texto que se aprobó”. Porque, para unos, “solo” se podía volver a acentuar, incluso sin que hubiese ambigüedad en la frase. Y también en los casos en que la hubiera. “Así lo entendí yo”, declaró uno de los presentes a 'El País'. Sin embargo, la RAE mantiene la obligación de no tildar cuando no hay ambigüedad.

Por todo ello, el director de la RAE —que bromeó diciendo que venía sano y salvo— ha reconocido en este asunto “problemas de comunicación y precipitación” al dar a conocer lo acordado ese día. Por ejemplo, “al decir que el acuerdo fue por unanimidad, cuando fue por consenso porque hubo un voto en contra”. También se ha referido a la comunicación en Twitter desde la propia cuenta oficial de la RAE cuando se dijo que si no hay ambigüedad no hay que tildar nunca, y que cuando exista la duda, “se mantiene la opción de tildar o no”. Y se iba más allá: “Si el hablante percibe que existe riesgo de ambigüedad y escribe esa tilde, lo tendrá que justificar”. “¿Cómo se puede justificar eso?”, se ha preguntado Muñoz Machado, por lo que ha desautorizado ese tuit, que por cierto encendió a Pérez-Reverte en Twitter, que llegó a anunciar para este jueves “un pleno tormentoso”.

Sin embargo, para Muñoz Machado, pese a este revuelo, “estamos ante una cuestión menor, eso sí, una polémica antigua que ha situado en diferentes posiciones a los escritores de la academia, por un lado, que dicen que esa tilde les resulta útil por su énfasis, y los gramáticos, que son favorables a eliminarla”. Es lo que un miembro del pleno llama “una pelea entre creadores y científicos”.

Lo acordado esta noche “para unos supone una importante victoria”, dijo Muñoz Machado a cuenta de los tildistas. Dos asistentes al pleno han corroborado que “Pérez-Reverte se ha ratificado en su posición y que su interpretación es que tiene más libertad que antes para tildar”. A su vez, “los lexicógrafos opinan que la norma sigue igual”, señalan las mismas fuentes, así que las dos partes se dan por victoriosas y satisfechas. “Todo ha sido en términos corteses, aunque algunos se hayan expresado con la dureza que han considerado”, ha reconocido Muñoz Machado.

El director ha explicado también que como los cambios de normas requieren del acuerdo de las 23 academias del español en el mundo, las reunió el miércoles telemáticamente para comunicárselo y que todas estuvieron de acuerdo. Con esto ha dado por resuelta “una polémica externa y una crítica interna” tras un pleno en el que han intervenido casi todos los escritores. Preguntado sobre qué deben hacer los profesores y examinadores con los alumnos que decidan tildar "solo", ha respondido: “Hasta ahora se podía señalar como falta de ortografía si se tildaba cuando no se debía, pero ahora es en casos de ambigüedad a juicio del que escribe, no del que controla”. La casa, que tiene su viejo lema “limpia, fija y da esplendor”, deja libre albedrío en este caso.

Gutiérrez Aragón apunta a que quizás el problema de fondo esté precisamente en la palabra "ambigüedad". “¿Quién dice qué es ambiguo? Es un término resbaladizo y lo peor es no ser claro en este asunto, algunos llevábamos tiempo pidiendo que se aclarase la norma”. El escritor y columnista de 'El País' Félix de Azúa reconoce que esta discusión se ha convertido en un “asunto peliagudo”. Él recomienda, “en caso de ambigüedad, poner la tilde, aunque se puede sustituir por la palabra "únicamente", por ejemplo”. La académica Paloma Díaz-Más, que tiene la doble condición de escritora y filóloga, señaló: “La norma está clara y me parece correcta y razonable. Tildé esa palabra durante tiempo, pero ahora sigo la norma”.

Si realmente se hubiera cambiado la norma, se habría enmendado la 'Nueva Ortografía', de 2010, que decía: “Se podrá prescindir de la tilde incluso en casos de doble interpretación”. Antonio Muñoz Molina tercia: “En principio, no me pareció bien el cambio de 2010, pero obedecí la norma, hay que cumplirlo, y procuro evitar la ambigüedad”.

Desde entonces, académicos como Mario Vargas Llosa, Javier Marías, Luis Mateo Díez, Pere Gimferrer y Pérez-Reverte, entre otros, contrarios a la decisión, decidieron seguir tildando la palabra "solo". Gutiérrez Ordóñez, en un artículo en 'El País' en 2011, indicaba: “Cualquier cambio ortográfico es percibido como una agresión que afecta al hábito mismo de escribir. Provoca reacciones y debates que, una vez enfriados los ánimos, son siempre positivos, pues nos ayudan a reflexionar”. Pues la herida no se cerró. El propio director de la RAE lo reconocía en una entrevista en 'El País' de 2020: “Queda un remanente de disconformidad sobre las tildes. En la palabra "solo" o en los demostrativos. Ahí no tenemos consenso”.

Y así hasta que el desgarro volvió tras el pleno del 2 de marzo, en el que, con la intención de una redacción más clara de la norma, se acabó enturbiado el ambiente. La mancha de aceite se ha extendido en las redes sociales y los medios. En 'El País', con este que lee, son siete los artículos publicados en una semana, entre ellos los del escritor Sergio del Molino y el periodista Álex Grijelmo, defensores de la tilde por razones sentimentales. Como recuerda Díaz-Mas: “En la escuela nos enseñaron a poner esa tilde que la RAE nunca recomendó. De ahí ese apego, pero también acentuábamos monosílabos como "pie" y hoy no”.

Quizás el embrollo se pueda aclarar si la RAE logra en la redacción de la norma lo que se pedía a los jóvenes periodistas que entraban en la agencia United Press en Nueva York hace casi un siglo: “Escribe de manera que te entienda el lechero de Ohio”.

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Pérez-Reverte bromea sobre la tilde de "solo" a su salida de la RAE: "No sé de qué me habla"

Europa Press - 09/03/2023

La Real Academia Española (RAE) ha concluido el pleno en el que se ha vuelto a abordar la polémica surgida en torno a la tilde con el adverbio "solo", aprobando mantener la "modificación" de la semana pasada en la regla tras un debate "pacífico" y en el que "no ha habido ni vencedores ni vencidos".

"Hoy ha sido ratificada por unanimidad la posición de la Academia respecto a un tema que empezó a debatirse hace diez años y ha situado en distintas posiciones tanto a escritores como gramáticos. Pero nadie ha dado su brazo a torcer ni hay vencedores, por más que algunas comunicaciones públicas aparenten otra cosa", ha explicado a la conclusión del pleno el director de la institución, Santiago Muñoz Machado.

En concreto, la semana pasada la RAE explicó que "se mantiene la opción de tildar o no "solo" cuando haya riesgo de ambigüedad" e introducía la expresión "a juicio del que es escribe" para que quien escriba valore "si existe ambigüedad o no". Así, recalcaba que el hablante "tendrá que justificar" el uso de la tilde si percibe el riesgo de ambigüedad". "La norma deja abierta la posibilidad de que no se tilden nunca ni el adverbio "solo" ni los pronombres administrativos [sic], que es la opción más aconsejable", apuntaba.

Así, esta postura ha sido ratificada "por unanimidad" -y no como ocurrió en el anterior pleno, donde también se dijo que existía esa unanimidad, pero en realidad fue "por consenso"- y Muñoz Machado afirma que todos los académicos se conforman con la modificación de la redacción de la norma. "Solo que algunas interpretaciones de algún académico, que no sé si lo sigue considerando, van hacia un cambio de la norma y otros solo un cambio de la redacción", ha matizado. "Hubo mucha precipitación al comunicar el acuerdo, y quizás algunas expresiones en tuits no fueron lo más precisas: algunos académicos ven este paso muy importante en la línea de lo que ellos han reclamado y lo han tomado como un gran éxito personal y victoria de sus posiciones, y otros académicos más partidarios de la regla establecida han manifestado que, a su entender, no hay variaciones", ha explicado el director, haciendo visible las posturas distanciadas entre escritores y gramáticos. "No hay posturas tildistas o antitildistas, somos personas con una formación diferente: hay un tercio de gramáticos, un tercio de novelistas y un tercio de personas con profesiones diferentes, pero nos llevamos muy bien y llevamos el trabajo con mucha normalidad", ha defendido.

El director de la RAE ha añadido que ha habido intervención de prácticamente todos los escritores y gramáticos y que Pérez-Reverte ha sido "uno de los más activos". Al acabar, ha habido un académico que ha dejado en el acto un "documento, dejando más clara su posición".

Muñoz-Machado ha indicado que esa opción de aclarar que la tilde depende del "juicio de quien escribe" se incluirá en el próximo 'Diccionario Panhispánico de Dudas' y que no se trata de una norma nueva, sino "una aclaración". "Hasta ahora, la manera redactada de la regla permitía a un profesor poner falta cuando tildaba y él no creía que era necesario, incluso en oposiciones. "Hemos tratado de evitar esa trascendencia pensando sobre todo en la enseñanza y en que los alumnos tengan seguridad a la hora de poner tilde", ha matizado. Es por ello que, al no ser una norma nueva, tendrá que pasar por el proceso de aprobación de todas las academias de la lengua española agrupadas en ASALE, aunque sí les han preguntado si a ellas les parecía un cambio normativo y no una modificación.

"Es cierto que había preocupación por cómo podía afectar a la Academia o dar la impresión de que nos dedicamos a estas cosas tan pequeñas, cuando hay un volumen de trabajo descomunal con docenas de proyectos en marcha", ha añadido. "No queremos estar haciendo declaraciones públicas ni tener debates públicos más allá de lo necesario. Cada vez que un debate trasciende más allá de las paredes me preocupa, porque queremos ayudar a la lengua de un modo más reservado: con estas intervenciones, que no se pueden controlar, sí es preocupante", ha indicado.

La semana pasada, el académico Pérez-Reverte criticó a través de redes sociales que desde una cuenta de la RAE se argumentara que había que "justificar" esa decisión de tildar o no "solo". "¿"No se añade nada nuevo"? ¿"Lo tendrá que justificar"? Lamento decir que RAE, dirigida por un académico antitildista, está dando información sesgada e inexacta", matizando posteriormente que no se refería al director de la institución, Santiago Muñoz Machado. Además, el excorresponsal insistía en que la RAE sí que "aprobó una modificación importante" respecto a la tilde en "solo" en su última sesión plenaria, avanzando que este pleno sería "tormentoso". "Un académico me ha pedido que diga que hubo cierta confusión de comunicaciones públicas por vía tuits y en la que se decía que quien usara tilde tenía que motivarlo o justificarlo: eso no lo acordó la Academia en modo alguno", ha destacado Muñoz Machado.

El académico ha concluido asegurando que no ha sido un pleno "tormentoso, sino en términos muy corteses, como es habitual en la RAE". "Hemos llegado a una solución pacífica del agrado de todos, y hemos tenido un gran pleno", ha concluido.

Arturo Pérez-Reverte ha sido uno de los últimos en abandonar la sede de la Real Academia Española (RAE) tras asistir al pleno "tormentoso" que catalogó la semana pasada, por la polémica surgida en torno a la tilde con el adverbio "solo", y a su salida ha bromeado con los medios de comunicación. "No tengo ni idea, no sé de qué me hablas", han sido las palabras que ha pronunciado el escritor. Un pleno que, según ha comentado el académico Félix de Azúa, uno de los primeros en abandonar la sede de la RAE en torno a las 19.15, ha tenido dos posiciones "irreductibles". "Arturo tiene mucha personalidad", ha comentado.

Las primeras en abandonar la reunión en torno a las 19.10 han sido Soledad Puértolas y Carme Riera, pero no han hecho ninguna declaración. Por su parte, la directora del Diccionario, Paz Battaner, ha salido de la RAE pasadas las 19.30 y ha indicado que el pleno "ha ido muy bien" pero añadía que "hay cosas más graves". Alrededor de esa hora, los académicos han abandonado la RAE de manera más seguida. Por ejemplo, Luis María Ansón reconocía que el pleno había ido "muy bien" y que ha sido "tranquilo y constructivo. Sin embargo, no ha dejado clara su posición en torno a acentuar la palabra "solo" y ha indicado que se remitía a las palabras del director Santiago Muñoz Machado. De forma similar se ha expresado la escritora Paloma Díaz, que ha calificado el pleno de "animado" y ha celebrado que suscite "pasión". "Yo sigo la norma de la Academia", ha asegurado. La poeta Gioconda Belli ha afirmado estar "a favor" de la tilde porque es "importantísima" pero ella no puede votar al formar parte de la Academia de Nicaragua.

https://www.europapress.es/cultura/libros-00132/noticia-perez-reverte-bromea-tilde-solo-salida-rae-no-me-habla-20230309204446.html

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Escritores frente a lingüistas en la RAE: del lío de sólo/solo a la guerra de ballet/balé
Luis Alemany - elmundo.es - 10/03/2023

Los miembros de la Real Academia Española han aprobado por unanimidad el acta de la sesión del 2 de febrero en la que aprobaron, entonces por consenso, la modificación del Diccionario Panhispánico de Dudas en el artículo que se refiere al acento del adverbio solo. La decisión y sus interpretaciones, que durante esta semana hicieron anunciar un "pleno tormentoso", aparenta ser buena para todos siete días después, al menos según el relato oficial. "No ha dado nadie su brazo a torcer. El triunfo de este acuerdo es que nadie se siente triunfador ni derrotado. Todos han aceptado que el inciso es suficiente para reconocer sus reclamaciones", ha dicho Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, tras el pleno.

En cambio, Arturo Pérez-Reverte, el principal promotor de la reposición del acento, ha interpretado el acuerdo como un éxito: "Los hablantes del español mantenemos la libertad de tildar sin que nadie lo vaya a considerar falta de ortografía. El idioma no puede estar sólo a criterio de los lingüistas. Los creadores también tienen autoridad", manifestó tras el pleno el escritor..

Es difícil entender qué es lo que ha cambiado para llegar a esta paz quizá frágil. De acuerdo con las palabras de Muñoz Machado, lo que ha cambiado esta semana, es un énfasis en el sujeto: sólo el hablante decide si el contexto es ambiguo: no el profesor que corrige el examen, el alumno. Estos días, en las vísperas del pleno, los académicos se se dividieron entre los que se sintieron llamados a las filas de la insurrección de la tilde (el tercio de los académicos escritores, básicamente) y los que consideraron que la disputa era un pequeño teatro construido a partir de una falsa noticia falsamente interpretada. La RAE, sostiene su versión, no ha cambiado su doctrina sobre el acento de solo, entre otras cosas, porque la Academia Española nunca podría dar el paso de reponerlo. La ortografía es jurisdicción de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

«Lo que pasa es que a Arturo le gusta alborotar la clase», explicaban ayer, cada uno con sus palabras, dos académicos, un novelista y un lingüista, más desde la simpatía por Pérez-Reverte que desde la censura. ¿Hubo teatro? ¿Hubo tormento? Muñoz Machado vino a decir que, si acaso lo hubo, fue dentro de un orden. "Vengo sin ningún apósito". En cambio, Félix de Azúa dijo al salir del pleno (antes de su conclusión) que las posturas eran "irreconciliables".

Lo que es irreconciliable, en realidad, es algo más amplio que el desacuerdo por el acento de "sólo". Durante la última semana, Arturo Pérez-Reverte ha hablado del empeño de la Academia, y en particular, de su Departamento Español al Día, dirigido por Elena Gómez, por imponer una política lingüística, su política hiperracionalista. Un ejemplo: la Academia se dirige, según ha explicado Pérez-Reverte, a cambiar la ortografía de la palabra "ballet", que habrá de convertirse algún día en "balé", igual que "parquet" aparece como "parqué" y "bidet" es "bidé" en el Diccionario de la Lengua Española. Los principios de simplificación y de similitud entre escritura y oralidad (si se dice "balé", ¿por qué escribir "ballet"?) llevan a ese cambio, pero, ¿quién tiene ganas de leer "balé" en los periódicos? ¿Quién se compromete a no escribir "ballet" nunca más? ¿Qué posibilidades tiene la nueva palabra así de tener éxito, de no crear confusión y mal humor en los hablantes, al menos durante los primeros años? En el último pleno, la palabra "ballet" apareció muy fugazmente, como en un presagio de discusiones futuras. De modo que si lo de Pérez-Reverte es teatro, su papel sería el de un rebelde comunero que defendería el derecho viejo, con sus irregularidades y sus pequeñas incoherencias, frente a la razón pura de los lingüistas. Y su lógica sería que la costumbre es fuente de derecho en el lenguaje y que cualquier desafío a ese principio sería una forma de despotismo ilustrado, una imprudencia. 

Muñoz Machado, al que Pérez-Reverte se ha referido esta semana como «mi amigo» y al que calificado como «ajeno a la cuestión», habló después del pleno con prudencia institucional. Reconoció que en la Academia "hay personalidades fuertes" y lamentó que la polémica de la última semana haya transmitido la idea de que la Academia se dedica a pequeñas discusiones no muy relevantes que opacan su "ingente trabajo". Sólo falta aclarar la hipótesis de la falsa noticia falsamente interpretada, el punto de partida de los lingüistas. En la Academia, los partidarios de abandonar el acento de "solo", sostienen que, en realidad, la RAE nunca lo impuso, como se nos dijo en las escuelas.

Pruebas: el uno de enero de 1959, la Real Academia publicó un texto llamado 'Nuevas normas de prosodia y ortografía', en el que se leía: «La palabra "solo", en función adverbial, podrá llevar acento ortográfico si con ello se ha de evitar una anfibología». Y, en 1999, publicó 'Ortografía de la lengua española', en la que se leía: «La palabra "solo" puede funcionar como adjetivo o como adverbio. [...] Cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad, llevará acento ortográfico en su uso adverbial». Más o menos, lo mismo que dice la reciente modificación del 'Diccionario Panhispánico de Dudas'. «El "solo" acentuado no ha existido nunca como norma obligatoria, esa ha sido una confusión que promovieron los maestros y los tipógrafos», dice un académico consultado.

Para los aficionados a las palabras poco frecuentes: a eso, según fuentes consultadas, se le llama misoneísmo: «Del gr. miseîn 'odiar', neo- e -ismo: 1. m. Aversión a lo nuevo».

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