Pueblo, 12 de noviembre de 1975
Una vez más, el Sahara ha entrado en un compás de espera, en el que los acontecimientos dignos de interés escasean. Hay, eso sí, un tema de extraordinaria importancia, pero éste se desarrolla al otro lado de la "frontera militar", en el sector del territorio que ha sido abandonado por las tropas españolas. Sin embargo, según las últimas declaraciones oficiales, lo que allí está sucediendo no es competencia de las tropas españolas, cuya presencia se reduce en estos momentos a las zonas próximas al litoral, englobando El Aaiún, Daora, Hagunia, Smara, Bucraa y lo que los escasos periodistas que en estos momentos permanecemos en el Sahara calificamos de "el islote de Villa Cisneros".
En esta zona que ya no controlan las tropas españolas, según palabras del teniente general Cuadra Medina, tampoco puede decirse que por el momento se estén produciendo nuevos acontecimientos cuyos ecos hayan llegado hasta aquí. No hay intormaciones confirmadas oficialmente de lo que está sucediendo en el nordeste del territorio, y todo lo que se sabe es a través del rumor o "jabara". Según estas noticias, continúa la penetración marroquí y las FAR controlan ya Hausa, Echdeira y Mahbes, y merodean más al sur, en las proximidades de Tifariti, siendo hostigadas en su avance por guerrilleros del Frente Polisario.
En esa zona de vacío se está produciendo en estos momentos una auténtica guerra secreta. Fuentes próximas al Frente de Liberación señalan, asimismo, que en La Güera, situada en la frontera sur del territorio y recientemente abandonada por el ejército español, el Polisario se ha establecido de forma definitiva. De todos los edificios oficiales existentes tan sólo se han ocupado las escuelas, donde se imparten clases y formación política a los niños saharauis. Asimismo se está desarrollando entre la población nativa una eficaz labor de organización, con responsables del ala política del Frente, que se encargan de preparar a sus compatriotas para la lucha por la independencia del Sahara.
Entre tanto, noticias llegadas de la ciudad de Auserd, también evacuada por los españoles, señalan que el Partido de Unión Nacional Saharaui (PUNS) está creando entre sus simpatizantes en la ciudad una milicia armada, e igual labor se desempeña en otros puntos del territorio. Ya se han producido, al parecer, choques incruentos entre punsistas armados y las unidades militares del Polisario, aunque ambos grupos pretendan luchar por la independencia. La explicación a esta aparente incongruencia puede residir en que un amplio sector del PUNS goza, en los últimos tiempos, de una fama pro marroquí. En estos momentos, segun las noticias llegadas a El Aaiún, tropas del Frente Pоlisario estarían cercando la ciudad de Auserd, donde se han hecho fuertes elementos punsistas. Resulta penoso para el cronista comprobar cómo en unos momentos en que los marroquíes penetran en el territorio por todas partes los grupos políticos saharauis, en vez de unirse contra el que debe ser considerado enemigo común, malgastan tiempo y fuerzas jugando a la guerra civil.
En el Sahara, que era español, la situación ha experimentado cambios desde el comienzo del presente mes. Todo cuanto sucede aquí recuerda que los días de nuestra presencia están contados. El Aaiún es una ciudad muerta, cuyos únicos transeúntes, al caer la noche, son las patrullas de jóvenes soldados que recorren las calles con el arma en bandolera y el dedo en el gatillo. Con nuestro Ejército replegado "por razones tácticas", según portavoces oficiales, a las zonas de El Aaiún y Villa Cisneros, en el litoral, y una "frontera militar" que no llega más allá de Daora y Hagunia, al norte, y Smara, al este, un importante sector del territorio constituye en estos momentos una zona de vacío, de la que nuestras tropas están ausentes, zona donde se mueven unidades marroquíes, fuerzas del ala militar del Frente Polisario y, posiblemente, pequeñas unidades del Ejército argelino. Marruecos, amparado tras la cobertura publicitaria que le ha prestado la marcha verdе», ha iniciado la invasión militar de aquel sector, situado al norte del Sahara Occidental, que fue abandonado por los españoles. Informaciones llegadas de la "zona de vacío", que no lo es tanto, confirman la presencia de importantes efectivos de las FAR, y en Hausa, sesenta kilómetros al sur del paralelo 27,40, así como en Echdeiria, Mahbes y El Farsia. Pero según unas muy recientes declaraciones del capitán general de Canarias, teniente general Cuadra Medina, esa zona no es ya responsabilidad de las tropas españolas, sino que debe ser considerada "territorio saharaui".
Así están las cosas mientras la primera fase de la Operación Golondrina toca a su fin. Es de suponer que la segunda fase, la evacuación militar, no se produzca hasta que España cumpla su compromiso de realizar un referéndum entre la población saharaui. Un referéndum que, se opina aquí, parece difícil de llevar a cabo en las actuales circunstancias, con nuestras tropas controlando físicamente tan sólo la mitad del Sahara Occidental.
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