María Fidalgo Casares - mundiario.com - 15/11/2022
Cuando se tiene el listón tan alto es difícil mantener el nivel, y debe reconocerse que, sin excepción, las siete convocatorias de Letras en Sevilla han dejado páginas de oro para la historia cultural de la ciudad.
Pérez Reverte y Jesús Vigorra, con la colaboración de la Fundación Cajasol, han vuelto a demostrar la eficacia de un formato que el público parece adorar: aforo competo, sillas suplementarias para cubrir parte de la demanda y decenas de interesados sin poder acceder al recinto. Incomprensiblemente, brillaban por su ausencia políticos o personalidades destacadas del mundo de la cultura andaluza. El quid: temas atractivos y variados, con memorables intervenciones de invitados VIP, aportaciones de conocidos y desconocidos, polémica, controversia y consenso, políticos, actores, eruditos... y una firme apuesta por la reivindicación de la buena literatura. Y sobre todo, una magnífica recepción por parte de la ciudadanía, que espera con ansia este evento. Para cada edición anual se elige un tema que es debatido desde distintos puntos de vista durante varias jornadas. Pero para "abrir boca" entre ediciones, Cajasol ofrece un interesante aperitivo cultural-literario para que la espera sea más llevadera.
El mito de Don Juan fue el tema elegido para esta convocatoria. Lo que parecía un asunto especialmente polémico, ya que gravitaba sobre él este feminismo que nos inunda radicalizado in extremis, así como lo desfasado del estereotipo y lo políticamente correcto, se abordó de una forma serena. Quizás a excepción de algunas frases de Espido Freire y Fiorella Faltoyano, todo discurrió sin sobresaltos.
Dos mujeres potentes y atractivas abrían las jornadas: Espido Freire, dulce pero siempre firme y contundente, atacó sin piedad al personaje de Don Juan, y la exitosa novelista Carmen Posadas matizó muy atinadamente entre otras consideraciones las diferencias entre Don Juan y Casanova. La parte más académica correspondió al erudito Luis Alberto de Cuenca, un escritor bastante más cercano tanto del mito como del amor de lo que pudiera esperarse, ya que es el autor de las frases paradigmáticas del depredador amoroso de la movida, “hola mi amor soy yo tu lobo”, frase inolvidable en la cultura de la Movida de los 80... Y en un ámbito más íntimo, no todos saben que uno de sus poemas, "El desayuno", es la poesía más leída en las bodas civiles españolas. De Cuenca, tras una disertación en la que los referentes literarios sobrevolaban en cada frase, rompía moldes en su comparecencia anunciando para el gran público algo que se debatía en el mundo académico y que ya es una realidad: el Don Juan de Tirso de Molina no es de Tirso. 'El burlador de Sevilla' se atribuye hoy a Andrés de Claramonte.
Por la tarde, la jornada fue mucho más lúdica y distendida, sobre todo por lo variopinto de los invitados, que “empataron” de una manera genial. Una Maribel Quiñones "Martirio" con sus gafas identitarias y que se marcó un "speech" inicial glorioso en la mejor línea del club de la comedia, salpicó de humor toda su intervención. Un Máximo Valverde que deslumbró por su apostura rozando los 80, demostrando que quien tuvo retuvo, y que con gracia y estilo siguió forjando la leyenda viva de un veterano Don Juan enamorando a muchas de las presentes, y una Fiorella Faltoyano guapa de pacto con el diablo y que acaba de terminar un libro de relatos, y que estuvo muy comedida hasta que soltó, como quien no quiere la cosa, ¡que los dos grandes donjuanes actuales eran Don Juan Carlos y Pablo Iglesias! Una afirmación final que descolocó a presentadores y asistentes y que dio uno de esos puntos habituales de las jornadas que siempre se comentan...
Tres piezas de teatro de altura abrieron, cerraron y se intercalaron con la charla distendida y de las que el público disfrutó especialmente. La combinación de dramaturgia con tertulia fue todo un éxito, y unos sobresalientes actores José Manuel Seda, Irina Bravo y Emilio Buale -habitual de las ediciones- emocionaron hasta el límite, demostrando este último una gran versatilidad. De la rendición del amor a la fanfarronería y la desesperación se asistió al disfrute de un artista de la escena de primer nivel.
Quizás se echó algo de menos una mayor intervención de Pérez-Reverte, el gran tirón de las jornadas y que siempre despierta expectación. Pero eso se espera para las jornadas del inicio de la primavera, en concreto para marzo, que cunden mucho más, ya que durarán varios días. Esta vez ni Vigorra ni Pérez-Reverte avanzaron el tema que se va a desarrollar y no pusieron como en otras ocasiones “el caramelito en la boca”, con lo cual la espera es mas intrigante.
Visto el éxito, ¿sería posible exportar el formato a otra ciudad? Complicado, porque confluyen un conjunto de factores únicos: un patrocinador volcado, la Fundación Cajasol, un espacio con solera, gran aforo y empaque, el edificio de la Plaza de San Francisco, céntrico hasta la médula, el tirón de Pérez-Reverte, que no se prodiga en exceso en actos públicos, la coordinación suave y fluida de Vigorra, con esa voz cálida y envolvente que anima al disfrute, la participación habitual de invitados de Sevilla y su particular sentido del humor, y un público que se vuelca con esa pasión que los sevillanos exhiben como nadie en las cosas que les gustan. Pérez-Reverte, Vigorra y Cajasol han diseñado para Letras en Sevilla un formato de éxito, atractivo y con un tirón popular pocas veces visto en estas lides. Esperemos que cumplan la décima, la undécima y la vigésima edición de un producto único en su especie. ¿Cuál será el tema siguiente? Hagan apuestas, pero lo que estamos seguros es que no dejará a nadie indiferente.
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