13 septiembre 2023

"La novela plantea un duelo entre el autor y el lector"

ondacero.es - 13/09/2023

'El problema final', la última novela de Arturo Pérez-Reverte, es una novela detectivesca "de las de antes". Ante la actual proliferación de novelas negras y de crímenes en serie, Reverte quería hacer una reivindicación de la antigua novela-problema, aquella que plantea un crimen imposible, propia de los años 20 y 30.

Cuando se sentó frente a las páginas en blanco, el objetivo era ver si ese tipo de literatura calaba en los lectores contemporáneos. Es, en definitiva, "una novela que en la forma es canónica, pero en el contenido es moderna", explica en 'Más de uno' el autor.

En 'El problema final' también hay reivindicación de la novela detectivesca frente a quienes la ven como un género mucho menor. Para el escritor, Agatha Christie y Arthur Conan Doyle pueden ser artistas igual de extraordinarios que Dostoyevski: "Lo de Sherlock Holmes es magnífico".

Pérez-Reverte asegura que no tiene talento para escribir novela policial y, por eso, se ha dedicado a "saquear" toda la literatura policial clásica, cogiendo trucos, situaciones y personajes de autores como Agatha Christie y Arthur Conan Doyle. "Yo soy el barman que ha agitado la coctelera, pero los ingredientes, las bebidas, las he tomado de otros, de quienes sabían hacerlo bien", cuenta. Durante su escritura, además de leer muchísimos libros de este género ("me compré un montón de novelas baratas de kiosko", dice), Reverte ha disfrutado mucho del proceso. "Ha sido un año y medio de disfrutar, de leer y releer y volver a ser crío otra vez", pero en esta ocasión con la experiencia y mirada que a Reverte le dan los años.

Con su novela, Reverte juega a plantear "una especie de duelo no entre el detective y el asesino, sino entre el autor y el lector". Así se explica que el lector tiene que aceptar de entrada un pacto con el autor: renunciar a su sentido crítico de lector adulto y a cuestionarse las cosas que ocurran. Ahora la idea es que el lector se rete a ser más listo que el autor descubriendo quién es el malo antes de que termine la novela. "Ese es el juego, que es literatura, es vida y es complicidad", explica Reverte sobre su libro, que está enfocado sobre todo al lector cómplice, "al que disfruta de una estrategia perversa de la que está siendo objeto". En la novela-problema o de detectives, si el lector consigue adivinar quién es el autor del crimen, "ha fracasado el autor". De hecho, lo principal es conseguir que el lector hasta el final no descubra "no ya tanto el quién ni por qué, sino el cómo se hizo". Eso, dice Reverte, es pura matemática.

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