Arturo Pérez-Reverte y Jorge Fernández Díaz, el encuentro más esperado por los lectores
Natalia Blanc - lanacion.com.ar - 06/05/2023
El gran clásico de la Feria del Libro, el esperado encuentro entre Arturo Pérez-Reverte y Jorge Fernández Díaz, se desarrolló esta tarde a sala llena, en la José Hernández, la de mayor capacidad de la Rural. El escritor español y el periodista de 'La Nación' dialogaron sobre literatura durante una hora y recorrieron los libros de Pérez-Reverte, en especial 'Revolución', el más reciente, pero también anteriores como 'El italiano', 'Línea de fuego' y 'Sidi'. Fue un diálogo distendido, una charla entre amigos, con mil personas como testigos.
En el segundo sábado de la Feria, una jornada gris y lluviosa, el público copó el predio apenas se abrieron las puertas de la Rural. Algunos con paraguas, muchos con capucha y otros tantos sin nada, el público hizo fila bajo la llovizna desde una hora antes del inicio de la charla. Luego, el autor español firmo ejemplares a sus lectores en la misma sala para evitar tumultos en el camino hacia el "stand" de Penguin Random House, donde estaba prevista la firma originalmente. Se entregaron 200 números: una preciada pulsera que habilitó la permanencia en la sala.
En su presentación, Fernández Díaz recordó que conoció a su colega y amigo hace exactamente treinta años cuando fue a entrevistarlo para la revista 'Gente', donde trabaja. “Venía con una novela que era un suceso, 'El club Dumas'”, aclaró y contó que enseguida descubrió que tenían muchas cosas en común. “Nos gustaban los mismos libros y nos sacamos una foto en el Bajo”. Ese fue el comienzo de una larga amistad. “Ese flaco con gafas provenía, como yo, del periodismo y tenía un programa literario en la cabeza: usar los recursos del periodismo narrativo para contar sucesos de la historia. Treinta años después, es autor de unos treinta libros y es el español más traducido y más leído del mundo. Vamos a hablar de 'Revolución', claro, pero también de otras novelas que no podido presentar en la Argentina por culpa de la pandemia. Con ustedes, el académico, el capitán Arturo Pérez-Reverte”, remató el creador de Remil. El público lo recibió con fuerte aplausos y, al sentarse al lado de Fernández Díaz, dijo: “Han pasado treinta años. Teníamos más pelo, menos arrugas, pero ganamos en sabiduría y lucidez”.
Antes de empezar a recorrer sus libros, Pérez-Reverte le dedicó unas palabras a su interlocutor: “La nuestra es una amistad que no necesita de palabras. Si hay algo de lo que uno puede estar orgulloso en su vida es de la gente que lo quiere. Si me quiere esta clase de gente es que algo bueno habré hecho. A un ser humano se lo reconoce por sus amigos y, también, por sus enemigos”.
“'Revolución' es un "western", una novela de iniciación y de frontera. ¿Cómo surgió esa historia?”, le preguntó Fernández Díaz. “Cada novela responde a un momento de la vida. En este caso, quería contar una historia de aprendizaje: cómo un joven con una vida normal descubre que la violencia puede ser una fuente de aprendizaje. Para eso le di al personaje parte de mi biografía”, respondió el autor de 'Falcó'. El periodista quiso saber más: por qué eligió la revolución mexicana para situar la trama. “La revolución era entonces una palabra con esperanza, no como ahora que es una palabra de rencor. Esa época de revolución era el escenario que necesitaba para situar la historia”, explicó el español. Y agregó con una sonrisa cómplice: “Yo entré en Nicaragua en la época de la revolución sandinista y los vi matar y morir. A veces la vida te hace ver cosas que uno no quisiera ver. Eso te da una experiencia. Ahora sé que la revolución puede ser el peor de los infiernos, que no cambia el mundo; en todo caso, cambia el mundo de algunos. No es una visión pesimista, es especialmente realista. El protagonista de la novela adquiere la experiencia que yo adquirí en situaciones como esas”.
“'Línea de fuego', que ganó el Premio de la Crítica de España, también plantea que hay un límite difuso entre el bien y el mal”, acotó Fernández Díaz. “La vida me ha mostrado que la línea entre el bien y el mal se difumina en ciertas ocasiones. Ya no creo en esos conceptos. Yo conozco la Guerra Civil española porque me la han contado mi padre, mi abuelo. En ese libro quise contar la visión de la guerra desde la trinchera de ambos bandos. Ahí no hay buenos ni malos: hay seres humanos que luchan y matan. Sé que a muchos no les gustó mi mirada, pero yo estoy orgulloso de ese libro: quise contar la historia de manera ecuánime. Ese tipo de aproximación realista lo aprendí hablando con torturadores, por ejemplo, o con generales como Galtieri, que entrevisté con él borracho. Así que no escribo libros para cambiar el mundo, escribo para contarlo como lo veo yo. Además, sé que no se puede cambiar el mundo con una novela ni con miles; bueno, tal vez solo con el 'Quijote'”, remató.
Fernández Díaz resaltó que la experiencia de Pérez-Reverte en sus 21 años de reportero de guerra lo hizo ver a la sociedad “desnuda”. “Es que la ventaja de haber estado en lugares oscuros es que sabes lo que va a ocurrir, sabes que delante del Titanic siempre habrá un iceberg, sabes que, aunque todavía navegue, en algún momento se va a hundir”. Por eso, destacó el autor español, “los libros resultan un analgésico, un consuelo, un refugio”. En ese momento de la charla, el entrevistado hizo reír a la audiencia: contó que en un viaje en avión empezaron fuertes turbulencias y la gente a su alrededor gritaba con desesperación. “Y yo pensaba: qué manera más estúpida de morir, rodeado de gente a los gritos”.
Fernández Díaz contó una anécdota que le relató un fotógrafo amigo que retrató a Pérez-Reverte en estos días de visita a Buenos Aires: “Me dijo: la gente por la calle lo para y lo saluda. Es Mick Jagger”. Una vez más, el público saludó la broma con risas y aplausos. En la charla hubo tiempo, también, para hablar sobre el lenguaje y lo políticamente correcto de esta época. En un momento, Fernández Díaz pronunció la palabra “varonil” y enseguida acotó: “Con perdón de la palabra”. Se escucharon risas de complicidad entre el público. “Autocensurarse por lo correcto es una estupidez; creo que este es el siglo de la estupidez. Lo quieren imponer hasta en el lenguaje, cuando nadie cree realmente en eso. El lenguaje es mi herramienta de trabajo, como la llave inglesa de un mecánico. No puedo permitir que un cretino, por razones políticas, me cambie mi herramienta de trabajo. No se trata de purismo ni de ideología, se trata de una mirada práctica. Me opongo en defensa propia”.
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Arturo Pérez Reverte en la Feria del Libro: Mil personas en una de las charlas más esperadas
Maxi Kronenberg - clarin.com - 07/05/2023
Mientras caía la noche del sábado, la persistente llovizna no impidió que más de mil personas aguardaran pacientes durante más de una hora en la intemperie -con capuchas o debajo de los paraguas- poder ingresar a la sala y escuchar al famoso escritor y ex periodista español Arturo Pérez-Reverte, quien estuvo en Buenos Aires para presentar su reciente libro, 'Revolución', publicado por Alfaguara. La charla, que duró exactamente una hora, fue moderada por el periodista Jorge Fernández Díaz, a quien lo une una profunda amistad de más de 30 años.
“Como saben, con Jorge (Fernández Díaz) somos muy amigos. Somos amigos de esas lealtades que a veces no necesitan de palabras”, exclamó Pérez Reverte al inicio de la conferencia. Como si fuese una charla de café, y en medio de un clima distendido, los amigos hablaron sobre literatura, política y periodismo ante unas mil personas testigos de un momento único: repasaron 'Revolución', el último libro de Pérez-Reverte, un "western" de frontera sobre la Revolución Mexicana de comienzos del siglo XX. También hablaron de 'El italiano', 'Línea de fuego' y 'Sidi', otras novelas anteriores que aún no fueron presentadas en Argentina “por culpa de la pandemia”, y de otras grandes obras del escritor español. Tampoco faltaron las anécdotas y el humor en la gran noche del sábado.
Al comienzo, el autor de la consagrada trilogía Falcó habló sobre 'Revolución', su última novela: “Esta vez quería contar una historia de aprendizaje: cómo un joven normal, no especialmente inteligente, no lector, comprende que la violencia puede ser una escuela de aprendizaje tan útil como la escuela, la universidad, los libros. Para eso, le di al personaje parte de mi biografía”, reveló el escritor. 'Revolución' es la reciente novela de aventuras de Pérez-Reverte. Cuenta la historia de Martín Garret Ortiz, un joven ingeniero español de minas, tres mujeres, un tesoro y la revolución mexicana en tiempos de Emiliano Zapata y Francisco Villa.
Según Pérez-Reverte, la novela responde a cada momento de su vida. “Yo salí de mi casa muy joven, con una biblioteca la espalda y una mochila con libros a ver si el mundo se parecía a los libros que había leído. En ese proceso descubrí que la guerra, los viajes, la soledad, el fracaso, la muerte la violencia son escuelas de vida tan útiles o más incluso que la bondad, que el mundo pacífico en el cual había sido educado”. Se trata de una novela de iniciación centrada en la Revolución Mexicana, para lo cual el escritor español realizó una profunda investigación para llevar a cabo su flamante obra. “Elegí la Revolución Mexicana porque era un buen lugar en un momento histórico en el mundo en el cual la palabra revolución todavía tenía connotaciones de esperanza. Incluso, palabras que todavía estaban una fase inicial como comunismo, socialismo, marxismo, fascismo, nacionalsocialismo, aún no habían mostrado sus lados oscuros”, sentenció. “Resulta que había un mundo en que la violencia era educativa aparte de horrible, sobre todo cuando te dejas arrastras por ella. Entonces, decidí darle a mi personaje ese aprendizaje: la violencia como aprendizaje, como un joven puede descubrir las reglas implacables en que rigen en el mundo como la vida, la muerte, el amor, el fracaso, la soledad, la desesperanza o la esperanza”, añadió el escritor español, nacido hace 71 años en Cartagena.
“La revolución todavía era una esperanza pero ahora vivimos la revolución por el rencor”, por eso era un buen momento para la historia que quería contar, argumentó Pérez Reverte, quien trabajó como corresponsal de guerra español durante 21 años. “En este momento, la sociedad occidental está educando a los jóvenes en una especie de buenismo que nada tiene que ver con la realidad”, deslizó. “No pretendo cambiar el mundo sino que a través de mis novelas cuento cómo lo veo yo. Es un acto egoísta. El mundo no se puede hacer mejor con una novela o con mil novelas, excepto para el 'Quijote'”, remarcó Pérez-Reverte.
Fernández Díaz y Pérez Reverte también hablaron sobre diversos conflictos bélicos, la guerra de Malvinas, Mussolini y el fascismo en Italia, que aparece en su novela 'El italiano'. Tampoco faltaron las anécdotas: “Tengo un fotógrafo amigo que le sacó fotos a Arturo en Buenos Aires. La gente lo saludaba por la calle: ¡Es Mick Jagger!”, contó Fernández Díaz sobre su amigo entre las risas del público. Los 34.000 libros y los 150 sables que Arturo Pérez-Reverte conserva en su casa fueron parte de la charla. “Tengo la pistola que usaba Falcó. Está vinculada a una cuestión literaria, personal, sentimental, y no por el placer del arma. A mí no me gustan las armas”, aclaró.
Por último, se refirió al “lenguaje intrusivo”: “Soy un escritor profesional. El lenguaje es mi herramienta como para el mecánico es la llave inglesa o el destornillador. No puedo permitir que un cretino o un analfabeto, por razones políticas y no lingüísticas, en dos días me quiera cambiar la herramienta de trabajo. No se trata ni de purismo ni de gramática ni de ideología. Me opongo en defensa propia”. Los aplausos estallaron en la sala José Hernández.
Tras la charla, y para evitar aglomeraciones en el stand de Penguin, Pérez Reverte firmó 200 ejemplares en la sala para aquellos privilegiados que tenían una cinta en la muñeca, horas antes de emprender su regreso a España.
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Arturo Pérez Reverte criticó el lenguaje inclusivo y reveló un trágico pronóstico de la Argentina
Ignacio Salerno - mdzol.com - 08/05/2023
Arturo Pérez Reverte habló sobre el lenguaje inclusivo y las imposiciones que implica, detalló su experiencia en las revoluciones, dio un duro horizonte respecto a la pobreza argentina y criticó el dogmatismo político en los hechos de valentía. El diálogo fue con el periodista Jorge Fernández Díaz en el pabellón rojo de la Feria del Libro. El escritor español relató su paso por los levantamientos armados autoproclamados como revolucionarios y lo retrotrajo para el análisis del mundo actual. Fue corresponsal de guerra por 21 años; los literatos lo reconocen como el Hemingway del habla hispana.
Como primer punto destacado, Pérez Reverte señaló al movimiento progresista como un daño hacia el alcance real de los hechos. Destacó que la vida no son las películas de Disney y que la violencia toma el rol de escuela de los jóvenes en reiteradas ocasiones. "No voy a dejar que ningún bruto ni analfabeto me diga como hacer mi trabajo", largó. En ese concepto se basó su libro presentado, 'Revolución'. Afirmó que el lenguaje es su herramienta de trabajo y puso como ejemplo los objetos de labor de un mecánico. "Imagínense que le quieren cambiar los destornilladores porque a ellos le parece", marcó. Definió como idiotas a los que proclaman el discurso y cambió la palabra "inclusivo" por "intrusivo". Cree que la limitación del lenguaje es la obstrucción de las ideas.
Pérez Reverte viene a la Argentina hace treinta años. Le gusta pasear por el barrio Recoleta y frecuenta el bar La Biela. Hace dos días, el escritor publicó una foto del boliche con las estatuas de Jorge Luis Borges y Bioy Casares. El detalle llamativo que señaló el escritor español es la cantidad de pobres que ocupan las calles porteñas. "Esos hombres valientes que son levantados por la policía cuando abren los locales, hoy son diez, mañana cien y pasado mil. ¿Qué piensan que pasará cuando a estos tipos les pongan machetes, armas, encima?", expresó.
Sin contextualizar en profundidad, el español dijo: "Es el final". Luego, éste tomó como referencia la analogía del Titanic. "Que la música siga sonando no quiere decir que el barco no haya chocado", lanzó. El ciclo de las revoluciones y los libros fueron tomados como centralidad para predecir el futuro intransigente del país. ¿Hacia dónde corre un caudal de 39,2% de pobreza y una inflación interanual del 104,3%?
En torno a la temática que más le nutre, Pérez Reverte desarrolló la materia de los levantamientos armados de izquierda como un puntapié histórico. Manifestó que "las revoluciones no cambian el mundo, sólo varían la realidad de los revolucionarios". Aludió a que no hay blanco y negro en las guerras y que hay violadores, torturadores y asesinos con gusto en todos los bandos. Tras un vaivén académico, el escritor aplaudió la valentía de los soldados argentinos en las Islas Malvinas. Hizo énfasis en que se debe poder quitar el hecho de valor de un guerrero del trasfondo político que lo comprende. "En la Guerra Civil Española había muchos jóvenes de 18 años que luchaban en un bando simplemente porque los habían levantado de su pueblo y les habían dado un fusil", puso como ejemplo.
El español, llegando al final de la conferencia, determinó que no se debe obviar que en Argentina ve mucha más lucidez que en Europa. Entiende que la prosperidad mantenida en el tiempo se transforma en estupidez.
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