Pueblo, 23 de octubre de 1975
[El Aaiún, crónica telefónica de nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte]
Todavía no han llegado. Los voluntarios de la "marcha verde" de Hassán II continúan afluyendo hacia Tarfaya, dispuestos a emprender la última y decisiva etapa de la invasión pacífica del Sahara, pero los informes que llegan del país vecino sugieren la aparición de ciertas dificultades de tipo logístico, en lo que se refiere al avituallamiento de los participantes, que entorpecen un avance rápido de los marroquíes y proporcionan un tiempo precioso a quienes aquí trabajan aceleradamente para prepararles el recibimiento.
Los campos de minas se encuentran ya señalizados y cubren prácticamente la totalidad de la única vía de viaje hasta El Aaiún, siempre y cuando la expedición marroquí siga, naturalmente, la ruta prevista. Un portavoz oficial aseguró ayer en la capital del Sahara que ya han sido puestas en conocimiento de los mandos militares del territorio las instrucciones concretas para afrontar la invasión, en caso de que los voluntarios de Hassán lleguen a cruzar la frontera. Por la urgencia de los primeros momentos se produjo en principio, entre El Aaiún y Madrid, un intercambio de criterios, de los que ha surgido ya un plan de acción concreto cuyos detalles se mantienen secretos por razones de seguridad, plan que ya obra en poder de los jefes militares del Sahara. Aunque, en realidad, resulta físicamente imposible garantizar la inviolabilidad total de los más de cuatrocientos kilómetros de frontera entre el Sahara y Marruecos, frontera de trazado impreciso, las autoridades del territorio confían en poder hacer frente, utilizando medios incruentos, a un contingente de marroquíes desarmados. "No podemos usar medios que supongan una amenaza", ha declarado un portavoz autorizado. "Si la situación llega a tal extremo, se utilizarán todos los métodos antidisturbios posibles, pero no los militares".
Respecto a la posibilidad de que el proyecto de invasión marroquí siga adelante, el secretario general del PUNS hizo públicas unas declaraciones a medios informativos españoles en las que manifiesta su creciente pesimismo sobre la situación actual. Declaraciones que, a juicio de este enviado especial, puede alterar lo que queda del escaso prestigio que el Partido de Unión Nacional conserva entre la mayoría de la población saharaui. En un momento en que los habitantes del territorio se declaran resueltos a impedir a toda costa la penetración marroquí, pacífica o militar, aunque sea con piedras y palos, el secretario general del PUNS, tras aludir a los infructuosos esfuerzos para obtener armas de las autoridades territoriales, dice lo siguiente:
"España tiene un compromiso ante el mundo y ante la Historia: defender a este pueblo. Pero, si por razones físicas o de alta política no pudiese impedir que los marroquíes penetrasen en el Sahara, no tendremos otra opción que dejarnos invadir. Hay que dejarse de romanticismos y posturas heroicas y ser realistas. Nosotros, el PUNS, estamos desarmados; si nos invade gente desarmada, lucharemos, nos enfrentaremos a ellos. Pero si detrás viene el Ejército marroquí, no podremos oponer resistencia. La lucha en inferioridad de condiciones no conduce sino al suicidio. Nos dejaremos invadir. Esa es la postura oficial del PUNS, aunque a título personal algunos de sus afiliados piensen adoptar otras actitudes".
La postura del Frente Polisario sobre el mismo tema es, indudablemente, muy distinta. Mientras sus unidades militares se mantienen en estado de alerta, pendientes de las instrucciones de sus órganos dirigentes, la pоblación civil posee ya unas directrices de actuación general.
"Estamos perfectamente organizados y preparados", declaran militantes del Polisario, "para el momento preciso, si para España fuese necesario cambiar de actitud. Pero, hasta el momento, la responsabilidad de lo que ocurra en la frontera es de España. Ella ha prometido garantizar la integridad del territorio hasta la autodeterminación. El peligro para los saharauis no está tras la independencia, sino ahora, con países interesados que se oponen a ella. En el pasado luchamos frente al Ejército español, más fuerte que el marroquí, y en lo militar y en lo político hemos conseguido cosechar éxitos gracias a la confianza en nuestro pueblo y en nosotros mismos. Ahora también confiamos y nos defenderemos de cualquier amenaza exterior. Si hiciese falta volveríamos a la guerrilla. Nuestra revolución es a largo plazo. Podemos espеrar sin dejar por ello de pelear por nuestro pueblo. Nuestra actuación militar dependerá de la actitud de las tropas españolas ante los marroquíes. ¿Que la marcha de Hassán II es pacífica? Como dijo el español Piniés en la ONU, si fuesen pacíficos se quedarían en su casa".
En lo tocante al tema de la evacuación, cuya fase voluntaria y a través de los medios de transportes normales dio comienzo ayer, en el territorio se interpreta, a nivel de opinión pública de saharauis y españoles, como definitiva. Tras la nota difundida el martes por las autoridades territoriales, aconsejando la marcha de mujeres y niños en relación con una previsible evacuación forzosa, la sensación de provisionalidad de quienes permanecen en el territorio se hace cada día más acusada. Diariamente salen del aeropuerto de El Aaiún treinta mil kilos de carga, el equivalente al equipaje de unas veintitantas familias diarias, y los empleados de la terminal de carga y facturación temen verse desbordados durante los próximos días. Ya se han cerrado algunos comercios, los europeos hacen cola en las oficinas de Iberia desde horas muy tempranas, a fin de obtener un billete de avión, y la compañía aérea española ha anunciado un vuelo más en su programación a partir de hoy, ante la demanda de plazas, imposible de cubrir por los vuelos regulares. El Banco Español de Crédito ha cerrado su sucursal en El Aaiún, aunque el Gobierno territorial acаba de dictar las órdenes pertinentes para su reapertura, ya que considera que tal resolución no puede adoptarse unilateralmente sin consulta previa a las autoridades. La evacuación, en líneas generales, se lleva a cabo, por el momento, con completa calma a través de los medios de transporte normales, sin que, hasta ahora, se tengan noticias de retiradas de unidades ni material militar.
Finalmente, dos noticias como epílogo a esta crónica. La primera se refiere a los preparativos que ayer se efectuaban en Mauritania para una manifestación de descontento ante el Gobierno de Noaukchott por no haber sabido reivindicar el Sahara de modo adecuado. La segunda se refiere al presunto secuestro, por parte del Frente Polisario, de cuatro marroquíes, dos hombres y dos mujeres, que, al parecer, han estado transportando dinero y material para los terroristas marroquíes que se encuentran en el interior del territorio. Los dos hombres, uno de ellos chiuj, de la tribu de Baamran, y el otro comerciante, se hacían pasar por saharauis. Segun fuentes próximas al Frente Polisario, habrían sido trasladados a un campamento militar del Frente. Sobre los infiltrados marroquíes que constituyen la quinta columna de Hassán II en el Sahara hablaremos largo y tendido en otra crónica. Porque es muy posible, retengámoslo, que en los próximos días ocupen un plano de primerísima actualidad.
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