Pueblo, 20 de mayo de 1982
Buenos Aires (De nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte)
En el “sprint” final de paz antes de que la diplomacia dé paso a los cañones, el Gobierno argentino entregó al secretario general de la ONU el esperado documento en el que se reflejan sus últimos puntos de vista sobre las propuestas británicas. Según fuentes periodísticas bonaerenses, la contrapropuesta argentina acepta durante un breve plazo de tiempo una administración de las Malvinas llevada por la ONU, en la que estarían presentes observadores británicos y argentinos junto a las banderas de ambos países, que ondearían junto a la del organismo internacional.
Aquí nadie ignora que la contrapropuesta argentina no ha satisfecho, ni de lejos, las exigencias británicas. Y la guerra, la guerra “de verdad”, la guerra total y cruel, se acepta ya con fatalismo y decisión, con el sentimiento colectivo de un pueblo que ha llegado hasta donde ha llegado con plena conciencia de donde se estaba metiendo, y está ahora resuelto a mantener a toda costa su postura. Mientras a lo largo y ancho de todo el país se suceden las manifestaciones de adhesión al Estado Mayor Conjunto, en medio de una intensa exaltación nacional, medios militares estiman en Buenos Aires que el almirante Woodward, comandante de la Task Force británica, habría recibido ya la “luz verde” para iniciar el ataque y solo esperaría que se dieron las condiciones favorables para iniciarlo. Lo que está claro es que los ingleses, tras los descalabros del destructor ‘Sheffield’ y la fragata ‘Brilliant’ ya no subestiman la capacidad operativa argentina sino que, por el contrario, sus últimas acciones demuestran una precavida prudencia.
Por otra parte, los datos que llegan del “frente enemigo” señalan aquí que ya hay unos cincuenta buques de guerra británicos en posición al este de las Malvinas, y que los efectivos de la infantería de la Marina inglesa ya estarían equipados para la acción. Se ha sabido también que el ‘Canberra’, con dos mil soldados británicos y diez Harrier a bordo, se encuentra a menos cien millas del archipiélago, junto a los buques de guerra ‘Intrepid’ y ‘Fearless’, y la BBC habló ayer de un desembarco en las próximas 72 horas.
Por cierto, hablando de desembarcos, fuentes militares dignas de crédito señalaban ayer en Buenos Aires que tres oficiales y cuatro suboficiales británicos, pertenecientes a unidades tipo comando, habrían sido capturados por soldados argentinos en las proximidades de Río Gallegos, en la costa Patagónica, ciudad situada a casi 3.000 kilómetros de Buenos Aires y separada de las Malvinas por 300 km de mar. Según las fuentes consultadas por este enviado especial, los comandos británicos fueron detectados cuando trataban de infiltrarse en la zona continental de la Patagonia para localizar objetivos militares a fin de facilitar datos a la flota británica de cara a la operación de desembarco en las Malvinas. Las citadas fuentes no mencionaron cuándo y en qué circunstancias se produjo la detención de los siete ingleses.
http://www.icorso.com/hemeroteca/PUEBLO/PDF/ARGENTINA%20CAPTURA%20COMANDOS%20BRITANICOS.pdf
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