13 mayo 1982

El asalto británico se considera inevitable

Pueblo, 13 de mayo de 1982

Buenos Aires, de nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte

Mientras en Nueva York prosiguen los -herméticos- intentos mediadores del secretario general de las Naciones Unidas, la escuadra británica continúa sus acciones esporádicas de hostigamiento en el sector de las Malvinas. Según medios militares argentinos, esas incursiones, calificadas aquí como “rutinarias”, parecen estarse llevando a cabo solamente con dos buques, que se acercan en algunos casos hasta 20 millas de la costa para abrir fuego con sus cañones, aprovechando que las condiciones meteorológicas de la zona -cielo nuboso y mar picada- dificultan la actuación de los radares y la aviación argentina.

Fuentes del Estado Mayor conjunto siguen desmintiendo que en los últimos días se haya producido el hundimiento de un buque argentino, en contra de lo que han venido asegurando medios londinenses. Lo que sí ha determinado un reconocimiento de la fuerza aérea es que tres unidades de la Royal Navy se encontrarían apostadas, desde hace cuarenta y ocho horas, a unas treinta millas de la desembocadura este del estrecho de San Carlos, que separa las dos grandes islas del archipiélago, Gran Malvina y Soledad. Aunque no hay confirmación oficial sobre el hecho, los informes señalan que estos buques estarían situados en los 60 grados de longitud Oeste y los 53 grados de latitud Sur. Su misión consistiría en cortar las comunicaciones por mar entre ambas islas, en un intento por impedir el reabastecimiento de Gran Malvina, en la que se encuentra la capital, Puerto Argentino.

En Buenos Aires, cuerpos diplomáticos se lamentaban ayer de que, “pese a las importantes concesiones hechas por Argentina”, que, al parecer, llegan incluso a aplazar momentáneamente el reconocimiento formal de su soberanía para facilitar la negociación con Londres, la intransigencia del Gabinete Thatcher mantenga el diálogo en un callejón sin salida. Y como el Gobierno de Buenos Aires no está dispuesto a que las Malvinas regresen, ni siquiera temporalmente, a su anterior “status”, el asalto británico sigue considerándose inevitable. Analistas político-militares estiman aquí que Gran Bretaña necesita a toda costa hacer una demostración de poderío militar en la zona para recomponer cuanto antes la imagen perdida ante sus aliados de la OTAN. Washington y Bonn, especialmente, están decepcionados porque, a pesar de los grandes esfuerzos financieros de la Alianza británica -bastión naval de la defensa occidental frente a los soviéticos en el Atlántico norte- la Royal Navy no ha conseguido imponer su superioridad militar frente a Argentina tras doce días de operaciones. Ello sin olvidar la bofetada que supuso el hundimiento del 'Sheffield'.

Según medios militares argentinos consultados ayer por este enviado especial, se opina que la ofensiva británica podría dirigirse inicialmente contra las costas sudoccidentales de la isla Soledad, única que, por sus características, ofrece posibilidades para un desembarco británico con posibilidades de éxito. En otro orden de cosas se ha sabido que ayer, a pesar del mal tiempo reinante, unidades argentinas localizaron la posición exacta de una gran nave británica; pero, cuando se disponía a lanzar un ataque para destruirla, desistieron de la operación al identificarla como el buque hospital británico 'Uganda'.

Diremos, finalmente, que se sigue esperando con expectación la llegada, prevista para hoy a Montevideo, en Uruguay, de los 189 prisioneros que fueron capturados por los británicos cuando el desembarco en Georgia del Sur. Entre ellos se encontrarían los 80 tripulantes del submarino 'Santa Fe' -averiado durante los combates-, el personal militar hecho prisionero en la isla y 39 civiles, entre los que se cuentan dos ciudadanos chilenos, dos uruguayos y uno español. Provenientes de la isla de Ascensión, el transporte de estos prisioneros corre a cargo de la Cruz Roja internacional.

http://www.icorso.com/hemeroteca/PUEBLO/PDF/EL%20ASALTO%20BRITANICO%20SE%20CONSIDERA%20INEVITABLE.pdf

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