18 mayo 1982

Buenos Aires espera el desembarco inglés

Pueblo, 18 de mayo de 1982

Buenos Aires. De nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte

Burlar el bloqueo británico en torno a las Malvinas se está convirtiendo, para los marinos de la flota mercante argentina, en una arriesgada empresa. Jugando al escondite con los destructores y fragatas inglesas, navegando entre las islas desiertas y camuflándose en canales y bahías, naves desarmadas afrontan el fuego enemigo para llevar suministros a la población civil que vive desperdigada por el archipiélago, y también, se supone, a las tropas argentinas que, en sus posiciones, aguardan el desembarco de los “royal marines”. Y, a veces, estos buques y sus tripulantes pagan su audacia con la destrucción y la muerte.

El hundimiento del 'Isla de los Estados' ha sido ya reconocido oficialmente en Buenos Aires por el Estado Mayor Conjunto, al indicar que “se han reunido indicios suficientes que permiten suponer que la nave fue hundida por las fuerzas británicas”. Recordemos que este buque, civil, con una tripulación de 60 hombres, efectuaba misiones de comunicación y aprovisionamiento entre los diversos puertos de las Malvinas. Según los informes, la fragata británica 'Alacrity' lo detectó de noche en su pantalla de radar al norte de la isla de los Cisnes, frente a un lugar de la costa conocido como Bold Cove, en el estrecho de San Carlos. Sorprendido el mercante, desarmado, no tuvo la menor oportunidad de escapar a los cañones de 115 milímetros del buque de guerra enemigo. Veinte proyectiles por minuto llovieron alrededor y sobre el 'Isla de los Estados', que se hundió tras una gran explosión seguida por gigantesca llamarada. Informes de última hora señalan la posibilidad de que entre la media docena de náufragos que podrían haber llegado a la costa de la isla Soledad pueda encontrarse el comandante de la nave, capitán Alois Payarola.

Mientras estas noticias llegaban a Buenos Aires, la fuerza de intervención británica enviaba nuevamente sus Harrier sobre las Malvinas. Esta vez, los objetivos fueron también dos buques argentinos que hasta ese momento habían logrado burlar el bloqueo. En la bahía de Port King fue atacado con bombas el 'Río Carcaña', barco ya legendario en las islas, pues fue el primero que logró romper el blogueo inglés el pasado 30 de abril. A su dilatada supervivencia de dos semanas efectuando viajes de avituallamiento entre las islas se la consideraba, en vista del despliegue militar británico, todo un récord. Según un comunicado del Estado Mayor Conjunto que da cuenta de la acción, el buque se habría incendiado, aunque no se registraron daños personales entre su tripulación.

El otro barco alcanzado fue el 'Bahía Buen Suceso'. Los Harrier lo avistaron cuando descargaba alimentos y medicinas para los isleños de la Gran Malvina, en un lugar conocido como Bahía Zorro. Los aviones de combate británicos lo ametrallaron de proa a popa con cañones de 30 milímetros, produciéndole averías y, posiblemente, bajas entre la tripulación. El 'Bahía Buen Suceso' -del que se ignora si sigue a flote o no- es un viejo buque dedicado, como los otros dos, a misiones interisleñas tras romper, de noche y a través de un mar agitado por fuerte temporal, el bloqueo hace poco más de una semana. Por cierto que el 'Bahía Buen Suceso' es un viejo conocido de los lectores de 'Pueblo'. En 1978, realizando un reportaje para nuestro diario, este enviado especial acompañó a una expedición científica argentina a la Antártida. Durante casi dos meses entre icebergs y montañas cubiertas de hielo, el 'Bahía Buen Suceso' fue mi hogar, y su capitán y oficiales, mis compañeros. Quizá por el nostálgico recuerdo de aquellos duros días -que me perdonen los Harrier y sus pilotos- deseo de todo corazón que ese buen y viejo barco llegue a salvo de cualquier puerto.

http://www.icorso.com/hemeroteca/PUEBLO/PDF/BUENOS%20AIRES%20ESPERA%20EL%20DESEMBARCO%20INGLES.pdf

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