18 mayo 1982

En Argentina se teme lo peor

Pueblo, 19 de mayo de 1982

Buenos Aires. De nuestro enviado especial, Arturo Pérez-Reverte

Ayer, mientras la Junta Militar analizaba en la capital argentina la propuesta británica para la resolución del conflicto y se preparaba una respuesta, el tono dominante en Buenos Aires era del más negro pesimismo. A esas alturas, aquí se tenía la certeza de que el Gabinete Thatcher no irá más allá de donde ha ido en lo que a concesiones se refiere, y se reforzaba la sospecha de que Londres nunca tuvo verdadero interés por la mediación de la ONU, que no ha venido siendo sino un pretexto para ganar tiempo mientras se consolidaba el dispositivo para el nuevo ataque a las Malvinas. La situación queda bien expuesta en palabras de un portavoz oficioso de la Armada argentina: "El tema volverá a la ONU, pero desgraciadamente será cuando ya nos estemos matando a conciencia allá abajo".

En Buenos Aires los rumores sobre disensiones en el seno de algún sector de las Fuerzas Armadas, dividido entre "línea dura" y "línea blanda", parecen haberse zanjado en los últimos días con la consolidación de la "línea dura", de la que la Marina de Guerra parece ser el máximo representante. Ello, al menos, es lo que se desprende de la lectura entre líneas del discurso pronunciado por el almirante Jorge Anaya, comandante en Jefe de la Armada y uno de los triunviratos de la Junta Militar, quien manifestaba que "en estas horas difíciles, el dolor puede quebrar las almas de los más débiles", y expresaba la firmeza con la que Argentina está dispuesta a enfrentar todo intento por devolver las Malvinas a su anterior "status". Como detalle significativo habría que destacar que en los últimos tiempos, y a raíz de haber recaído sobre ellas el mayor peso de las operaciones militares, la Armada y el Ejército del Aire argentinos se encuentran en estos momentos en la "cumbre" de su prestigio, y ello refuerza su presencia en la máxima instancia de Poder del país. Sin embargo, medios consultados por este enviado especial aseguran que eso no afectará por el momento la distribución oficial de funciones existentes entre los tres miembros de la Junta Militar, en la que el Presidente Galtieri representa al Ejército de Tierra. 

Sobre la intensificación de las acciones bélicas en el teatro de operaciones, ésta se considera inminente. También el brigadier Lami Dozo, comandante en jefe de la Fuerza Aérea y "tercer hombre" de la Junta, ha efectuado unas declaraciones en términos de firmeza semejantes a los utilizados por su colega de la Armada. El poder de fuego de la aviación de guerra argentina, aseguró el brigadier, se encuentra "intacto". Y se da por supuesto que "una vez que los efectivos británicos estén perfectamente localizados y a una distancia de todo el sistema de armas disponible, le vamos a hacer un ataque masivo". Todo está listo, como se ve, para el dramático acto siguiente, que, según los indicios no tendrá ya lugar en los alfombrados pasillos de Nueva York, sino sobre las frías aguas y las brumosas islas del Atlántico sur.

El ministro de Defensa argentino, Amadeo Frugoli, ha manifestado que existen sospechas "precisas y concordantes" de que el portaaviones británico 'Hermes' "está seriamente dañado". En declaraciones a una emisora de Buenos Aires, recordó que "en la batalla de las Malvinas hubo ataques muy firmes y muy certeros por parte de nuestra Fuerza Aérea a unidades navales británicas".

http://www.icorso.com/hemeroteca/PUEBLO/PDF/EN%20ARGENTINA%20SE%20TEME%20LO%20PEOR.pdf

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