08 septiembre 2025

Arturo Pérez-Reverte: 'Misión en París'

Carmen R. Santos - El Imparcial - 08/09/2025

Sin duda, uno de los títulos más esperados de la "reentrée" literaria es 'Misión en París', de Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951). El escritor y académico de la RAE, y en su día reportero de guerra durante más de dos décadas (actividad en la que cubrió decisivos conflictos bélicos, como la guerra de Bosnia, experiencia que reflejó con maestría en 'Territorio comanche') nos regala la vuelta de uno de sus personajes más célebres: el capitán Diego Alatriste y Tenorio.

Ha explicado el propio Pérez-Reverte que, tras escribir siete entregas de la serie 'Las aventuras del capitán Alatriste', lo dejó, pero siempre pensando que la retomaría. Ahora, ha confesado, era buen momento para dar respuesta a los millones de seguidores que le demandaban el regreso del veterano soldado de los tercios de Flandes y espadachín a sueldo en la España del siglo XVII. Algo similar a lo que le sucedió a Conan Doyle con su Sherlock Holmes, a quien, literalmente, tuvo que resucitar después de su muerte en 'El problema final'. Precisamente Pérez-Reverte toma este título, 'El problema final', en una gran novela-enigma, que homenajea al padre del inmortal detective. Igual que lo es el Alatriste revertiano, pues tanto Conan Doyle como Pérez-Reverte han conseguido crear un personaje al que consideramos como de nuestra familia, y del que nos interesa cuanto le ocurra. Solo quienes lo logran pueden armar exitosas series con su criatura.

Por eso, transcurridos catorce años desde la publicación de la anterior peripecia, 'El puente de los Asesinos', estábamos ansiosos por reencontrarnos con el capitán, y este reencuentro no solo no ha defraudado, sino que ha sido por todo lo alto. Si en 'El puente de los Asesinos', centrada en una conspiración para eliminar al dogo de Venecia, transcurría allí la acción, junto a otros escenarios (Nápoles, Roma, Milán…), 'Misión en París' nos traslada a la ciudad del Sena, donde, cuando era medianoche, “entraron por la puerta de Saint-Jacques cuatro jinetes tan seguros de sí mismos como el trote firme de sus caballos”, leemos en el arranque de la novela. Esos cuatro jinetes, a quienes espera en la capital francesa Íñigo Balboa y Aguirre, narrador de 'Misión en París', como de las anteriores entregas, son Diego Alatriste; Francisco de Quevedo; Sebastián Copons y Juan Tronera. Quevedo y Copons ya aparecieron en otras novelas, mientras que a Tronera, un cordobés veterano de los tercios, le conocemos ahora. Han ido a París para acometer una oculta y arriesgada misión, orquestada por el conde-duque de Olivares: “Francia se juega su futuro en estos tiempo -dijo don Francisco-. Y España tiene un papel difícil en eso… Muy delicado”. En esta andanza salen a la palestra los tres mosqueteros ideados por Alejandro Dumas, autor leído y admirado por Pérez-Reverte, a quien, especialmente, rindió tributo en 'El club Dumas', muy ponderada por Umberto Eco, donde su protagonista, Lucas Corso, mercenario bibliófilo, ha de investigar la autenticidad de un manuscrito de 'Los tres mosqueteros'.

Como en otras ocasiones de la serie Alatriste, en esta octava entrega, ilustrada también por Joan Mundet, se entremezclan personajes reales y ficticios, Historia, intrahistoria y referencias literarias, y su autor muestra su absoluta pericia para servirnos intriga, lances de capa y espada, asegurándonos una más que adictiva lectura. Pero las entregas del capitán Alatriste son mucho más que novelas de aventuras. Uno de sus aciertos ha sido la elección del punto de vista a través de la voz de Íñigo Balboa, huérfano a quien Alatriste toma bajo su protección, y que se convierte también en un gran personaje, con su tormentosa relación amorosa con Angélica de Alquézar: “Cada gota de veneno, cada maquinación, cada cuchillada real o figurada que Angélica de Alquézar dirigió a mi cabeza y mi corazón […], se contrapuso y diluyó de modo asombroso en cada caricia, cada terneza, cada destello azul de aquellos ojos donde coexistían, para mi gozo y tortura, todos los demonios y todos los ángeles del infierno y del paraíso”, confesará Íñigo Balboa en 'Misión en París'.

E, igualmente, resulta magistral la creación de Diego Alatriste, inspirado en Alonso de Contreras, figura real, que escribió 'Vida de este capitán'. En una de sus últimas ediciones, al estudio de Ortega y Gasset se añade un prólogo firmado por Arturo Pérez-Reverte, en Reino de Redonda, exquisita editorial impulsada por Javier Marías, amigo de Pérez-Reverte, quien ha declarado: “Esta vez Javier me acorraló sin escapatoria posible: se trataba de prologar, compartiendo papel con el ya clásico ensayo de Ortega y Gasset sobre el personaje en cuestión, la 'Vida del capitán Alonso de Contreras': uno de mis héroes más conspicuos desde que me asomé, por primera vez, a su fascinante, aventurera y espadachinesca biografía; hasta el punto de que a ese personaje, entre muchos otros hombres y libros, cierto, pero a él de modo especial, debe en parte la vida mi viejo amigo Diego Alatriste”.

Con acierto, Pérez-Reverte, extraordinario novelista, también fuera de la serie de Alatriste refleja la época áurea de nuestra historia con sus claroscuros, sus contrastes. Y debe destacarse que consigue en Alatriste un personaje que no es de cartón piedra ni de una pieza, sino que alberga contradicciones y claroscuros, evoluciona (en 'Misión en París' aparece más desengañado y melancólico), lo que nos lo hace cercano y posibilita la empatía, y, reparemos en ello, no es menor el detalle de que nunca fue capitán oficialmente, sino que se ganó el cargo por su propia decisión y valentía, como cuando tomó el mando de su unidad tras la muerte de su verdadero capitán. De alguna manera, Alatriste, a la altura de grandes mitos literarios españoles, y su vida a la intemperie, somos todos. En la vida, en la Historia, en los individuos, en las sociedades, como reza el título de uno de los capítulos de 'Misión en París', “un cielo en un infierno cabe”.

https://www.elimparcial.es/noticia/287503/los-lunes-de-el-imparcial/arturo-perez-reverte-mision-en-paris.html

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