08 septiembre 2025

Los cinco mosqueteros

Montiel de Arnáiz - Diario de Cádiz - 08/09/2025

Siempre sospeché que Diego Alatriste no era sino lo que Arturo Pérez-Reverte hubiera querido ser de ser un tercio del Siglo de Oro. Con esto no descubro nada, porque la teoría ha sido extendida abundantemente. Algo parecido le ocurrió con aquella otra saga protagonizada por un antihéroe que ejercía de espía para el frente nacional. Esos personajes, APR los borda, quizás porque le sean más fáciles de desarrollar. Lo que ocurre es que un escritor con la altura y las lecturas del cartagenero no puede circunscribirse a la confección de novelas históricas de aventuras, y por eso cada año hay una obra nueva en la que despliega sus gustos, ataca sus fobias y disfruta como un cochino en un charco antes de perderse en su barco por los mares del mundo.

Su intervención en la vigésima temporada de 'El hormiguero' ha dado mucho y bueno de que hablar. La independencia y cultura del escritor, su falta de pudor o escrúpulos al hablar personas con cargo público, o de cómo afrontar temas espinosos como la inmigración o Gaza, deben ser valorados por el gran público. Esos casi cuatro millones y medio de espectadores con los que Pablo Motos se enseñorea a la hora de la cena.

Quizás por aquello del "para lo que nos queda en el convento…", Pérez-Reverte ha decidido rescatar del olvido a su más célebre personaje al tiempo que lo cruza en el espacio-tiempo con sus queridísimos protagonistas dumasianos: Athos, Porthos, Aramis y Artagnan (sin D´). Se crea aquí uno de esos maravillosos crossovers con los que nos solazábamos los aficionados a los cómics y que se concretaban en volúmenes de lujo que unían a Superman y el Capitán América, a Batman contra Lobezno, o a algunos de ellos contra Aliens o Predators. ¿Qué puede haber más maravilloso que leer que se produce el cruce de temerarias de Alatriste y Athos?

Podría decirse que he vuelto doblemente a mi infancia: en primer lugar, cuando me bebí a la mayor velocidad 'Los tres mosqueteros' y su secuela, prestado en la vieja biblioteca municipal de la calle Gravina de San Fernando, hoy tan limitada y dejada de lado; y en segundo, cuando mi madre me regaló el primer volumen de Alatriste, en una época en la que había apostatado de Pérez-Reverte, agotado quizás del exceso de su lectura. Aquel libro en el que no tenía puesta ninguna esperanza me maravilló, reconciliándome con uno de los autores que había poblado mi cabecera.

Hace un par de meses compré el tomo de lujo de Alatriste en una oferta de iberlibro.com sin saber que tenía una nueva misión en París donde se encontraría con los héroes de la capa y espada de mi niñez. Era una premonición. Ayer compré en Santiago de Compostela la sexta novela y la bebo con fruición. Esos sí: yo la hubiera titulado 'Los cinco mosqueteros', pero qué sabré yo de esto.

https://www.diariodecadiz.es/opinion/analisis/cinco-mosqueteros_0_2004718075.html

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