30 septiembre 2025

«No me interesa la épica gloriosa. He visto a mucha gentuza envuelta en banderas»

Andrés González-Barba - abc.es - 30/09/2025

Han pasado 14 años desde que Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) publicara 'El puente de los Asesinos', la que hasta entonces había sido la séptima y última entrega del capitán Alatriste. Sin embargo, este personaje es tan popular dentro de la bibliografía del escritor que merecía volver por todo lo alto, y lo ha hecho con 'Misión en París' (Alfaguara). Se trata de una nueva aventura que llevará a Diego Alatriste y a su inseparable Íñigo Balboa a La Rochela, localidad que está sufriendo un duro asedio por parte de las tropas del cardenal Richelieu. De nuevo aparecen en esta novela personajes importantes de la saga, como Francisco de Quevedo, y otros que forman parte del acervo juvenil del autor, como los tres mosqueteros, en una historia que muestra a un Alatriste mucho más maduro y pesimista. Este martes, Pérez-Reverte ha realizado un encuentro en Sevilla para presentar una publicación de la cual ya se han vendido 230.000 ejemplares.

Dice el autor de 'La piel del tambor' que esta obra «es más que la continuación de una saga y queda aún un último libro». «Como me hago viejo, no sé bien cuántas novelas me quedarán aún. Hay lectores fanáticos con frases de Alatriste tatuadas en sus brazos o en sus muslos, por eso sentía mucha presión y en cierto modo pensaba que le debía esta novela a los lectores. Me costó tomar el tono del lenguaje, los giros y el humor, esa forma de hablar de la época, pero estoy contento con el resultado obtenido», reconoce.

En cuanto al reencuentro con el personaje, el escritor asegura que «en la historia ha pasado sólo un año entre 'El puente de los Asesinos' y esta nueva entrega, pero yo soy quince años mayor. Esta novela es más oscura y amarga. Con mi edad te das cuenta de las cosas que has hecho bien y has hecho mal y los fantasmas se hacen más presentes. Por eso este Alatriste es un poco más amargo y bebe en silencio para ahogar sus fantasmas. En muchos países que he estado he visto a gente silenciosa beber en las barras de los bares y me he encontrado con muchos borrachos silenciosos peligrosos».

¿Qué perdura del París del siglo XVII? Pérez-Reverte se lamenta y dice que «no queda absolutamente nada, ya que desapareció tras la reforma del barón de Haussmann de la segunda mitad del XIX». De ahí que confiese que «no ha sido fácil retratar ese París del XVII porque ha desaparecido. Para la novela lo he tenido que recrear a través de mapas y libros antiguos, como los de los viajeros. Pero todo lo que he publicado en la novela es riguroso y he reflejado todas las calles de la época porque tengo un callejero antiguo».

En 'Misión en París' no podía faltar la presencia de Francisco de Quevedo, un escritor al que admira profundamente el autor de 'Un día de cólera'. A este respecto, asegura que «Quevedo es como una especie de padrino y Alatriste nace de mis lecturas de Quevedo». Asimismo, afirma que «creé estas novelas para cantar la España del siglo XVII, tanto en lo bueno como en lo malo. Fue una España luminosa y oscura, gloriosa y triste. Quevedo y Cervantes son los que mejor narran esa España del XVII. Cervantes retrata la España noble en el Quijote y Quevedo refleja la España oscura, cainita y miserable». Del autor de 'El buscón', Pérez-Reverte añade que «era genial porque tenía una precisión de conceptos y una mala leche extraordinaria. Alatriste recoge esas dos vertientes, la de Cervantes y la de Quevedo».

Esa visión amarga de Quevedo hace que Pérez-Reverte asegure que «en España sólo vemos nuestras virtudes y los defectos en los demás, pero hay que reconocer los defectos propios y las virtudes en el adversario. Alatriste es un homenaje a esa España y es un intento por que el lector asuma a España como una realidad completa. Hay cosas de España que puedes amar, pero también tiene una parte detestable».

En la nueva entrega de Alatriste también se retrata un imperio español que está ya en decadencia frente al predominio de Francia. Dice al respecto el autor de 'La sombra del águila' que «esa España que se hunde recurre a gente como Alatriste. Aquí se habla del español que lucha sin apoyo del Estado, como pasó con la dana de Valencia. Este es mi homenaje a la gente que hace cosas sin el apoyo de ningún estado. Alatriste es uno de los héroes más españoles, porque sabiendo que va a ser mal pagado hace las cosas».

Pérez-Reverte habla también de la importancia de esos héroes individuales que nacen dentro del pueblo. «El pueblo como colectivo no es respetable, pero hay gente que sí actúa y que sí son respetables, como los médicos y enfermeros que actuaron en la pandemia, los bomberos o Alatriste. Hay gente que salva al pueblo, que es una masa que se deja llevar. En la pandemia el pueblo no fue quien nos salvó, sino los médicos y los enfermeros. España es la historia de un Estado que nunca está cuando debe estar. Eso lo suple el coraje de los individuos».

Por todos estos motivos, dice el escritor murciano que no le interesa «la épica de la gloria, sino la épica del ser humano, la del tío que sabiendo que no le van a pagar, actúa. La épica gloriosa no me interesa. He visto a mucha gentuza envuelta en banderas. Me interesa quien lucha por la bandera. En mi épica están ausentes las banderas».

También en 'Misión en París' vuelve a aparecer el personaje de Angélica, que es arquetipo de las mujeres que retrata Pérez-Reverte en sus novelas. «Angélica es una mujer consciente. No me interesan las mujeres simples, yo retrato mujeres lúcidas en un mundo con reglas impuestas por los hombres. Las mujeres que me interesan son sólidas cuando tienen que defenderse y conscientes de que están en un mundo hostil donde no tienen los mismo recursos que los hombres, por eso su maldad se justifica como un acto supervivencia. Angélica ve cosas que que Íñigo no ve», subraya.

En la novela también aparecen los tres mosqueteros, que eran héroes cuando el joven Arturo Pérez-Reverte se dejaba seducir por las aventuras de Alejandro Dumas. «No quería hacer un pastiche, sino que los personajes fueran de verdad. La pregunta que me surgió fue: ¿Quién es mejor, los mosqueteros o Alatriste. Quería hacer algo creíble para el lector. Alatriste se enfrenta a Athos e Íñigo con Dartagnan. Creo que he resuelto bien el problema», afirma.

La nueva última entrega del capitán Alatriste muestra un París devastado por los conflictos religiosos entre los católicos y los hugonotes. «La Rochela era la Gaza del pasado. Ha habido muchas Gazas a lo largo de la historia. Cuando hicieron el asedio en La Rochela querían que la gente muriera de hambre y de miseria. Netanyahu no ha inventado esa estrategia porque los modelos se reproducen. Cuando lees historia ves que todo es posible. Lo nuevo no es más que lo olvidado. Gaza, Putin y Trump no son nuevos, son cosas que se habían olvidado. Si lees, puedes saber quién gana las guerras. No puedes identificar a los malos porque estás indefenso y cada vez tenemos más mecanismos de indefensión porque asignaturas como Historia se están maltratando en los planes de estudio».

Preguntado por si Alatriste podría sobrevivir en este siglo XXI, Pérez-Reverte señala que «es un hombre al que la vida la ha quitado el honor, la patria, la religión, todas las cosas grandes, pero también es una persona que necesita unos códigos y crea sus propios códigos en la lealtad, la dignidad y la amistad. Aunque seas un asesino puedes ser leal. Es un héroe muy coherente a pesar de ser un asesino. Sabe que los ricos lo van a dejar tirado, pero no sus amigos».

Aún está pendiente una novena y última entrega de 'Las aventuras del capitán Alatriste' en la que el personaje morirá de una forma coherente con la vida que ha llevado. El autor asegura al respecto que «no me produce desazón decir que va a morir Alatriste porque todos vamos a morir. A veces hay muertes injustas acordes con la vida que uno ha llevado. Saber que Alatriste morirá como ha vivido le da una épica y Alatriste morirá en el campo de batalla, que es donde ha vivido».

Por último, Arturo Pérez-Reverte reconoce que «un autor no cierra nunca un personaje, es el lector el que lo completa. Una novela buena es la que debe tener unas partes inconclusas para que el lector las complete, porque no hay dos lecturas ni dos lectores iguales. El lector enriquece el libro con su propia vida. Mi literatura tiene ciertas ambigüedades para que el lector participe», concluye.

https://www.abc.es/sevilla/cultura/arturo-perezreverte-interesa-epica-gloriosa-visto-gentuza-20250930141719-nts.html

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