Ambiciosa pero fallida la nueva adaptación de Reverte
Eduardo Puig - elcofresuena.es - 17/10/2022
Reverte te podrá gustar más o menos, te pueden gustar sus historias, pero no su forma de narrarlas… o viceversa. Pero lo que si está claro es que el escritor murciano es uno de los mejores novelistas del mundo, y lo alaban sus múltiples premios conseguidos, sus novelas como 'Las aventuras del Capitán Alatriste' o su distintiva trilogía, 'Falcó'. No se puede decir lo mismo de 'La piel del tambor'. La película pasará a la historia, pero no precisamente por ser buena, sino más bien por ser olvidable.
¿Por dónde empiezo? Señor Sergio Dow, me tienes que explicar que es lo que has querido hacer con esta película porque la verdad es que yo no lo entiendo. Tienes una coproducción española, italiana colombiana, con un presupuesto de más de 2,4 millones de euros y a actores de renombre como son Alicia Borrachero, Richard Armitage o Paul Freeman, y nos das… este esperpento, por no llamarlo de otra forma. Desconozco si es una buena adaptación de la novela de Reverte porque no la he leído, pero como largometraje, que es lo que voy a analizar, deja mucho que desear. Primero, 'La piel del tambor' es una película sin alma, carece de sentimiento. Lo pintan como un "thriller" policial con conspiraciones eclesiásticas de por medio, pero ni es intrigante ni hay conspiraciones de nada, y la poca acción que tiene es muy descafeinada (las coreografías, por Dios… Nunca mejor dicho). Se me ha hecho excesivamente lenta y, en muchas partes, aburrida. Se tiran literalmente una hora siguiendo la línea narrativa de los asesinatos/accidentes de la iglesia para luego olvidarlo completamente y pasar a otra trama distinta.
No sé si os pasará, pero el hecho de que haya demasiados nombres y personajes en una película me saca totalmente. Me desquicio con tantos nombres seguidos y para colmo me ofreces más de una veintena, señor Dow. Entiendo que la novela de Reverte tenga tantísimos personajes (y muy bien desarrollados, no como aquí), pero si vas a hacer una adaptación de 120 minutos no me puedes poner tantos nombres y personajes porque eso acaba pareciendo el camarote de los hermanos Marx. Hay que condensar y simplificar más, de eso se trata adaptar una obra a otro medio, y más siendo una novela de Reverte que, precisamente, fácil no es.
¿Lo de que los personajes hablen todos en inglés es una broma, verdad? Dime que lo es. O sea, me pones a Amaia Salamanca, que precisamente la mejor actriz del mundo no es, y a Carlos Cuevas, el chico de 'Merlí' y 'Cuéntame como pasó', a chapurrear en inglés. Actores y actrices, todos españoles, haciéndoles pasar por americanos y obligándoles hablar en inglés, cuando toda la película está ambientada en Sevilla… ¿Soy el único que cree que es una maldita locura? Me entró la risa cuando vi a Salamanca hablar en inglés. Esto no es serio. Señor Dow, deje de ser tan pretencioso y céntrese en intentar hacer una buena película. Para acabar, justo en el clímax, se le ocurre hacer una escena de acción (¿a eso se le puede llamar acción?) totalmente anticlimática y decepcionante, con una resolución de la trama acelerada, pensada para acabar en cinco minutos y pareciendo un mal capítulo de 'Los misterios de Laura'.
Si tengo que salvar algo, sería la bonita fotografía de Aitor Mantxola y la excelente banda sonora de Roque Baños. Lo único decente en toda la película. ¡Mamma Mia, qué película! 5/10.
La piel del tambor: ambiciosa pero fallida la nueva adaptación de Reverte (elcofresuena.es)
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Crítica de 'La piel del tambor', la adaptación de la novela de Pérez-Reverte
Raquel Hernández Luján - hobbyconsolas.com - 19/10/2022
Si os gustan las adaptaciones literarias y además tenéis a Arturo Pérez-Reverte entre vuestros escritores favoritos, este viernes tenéis una cita en salas de cine para disfrutar de 'La piel del tambor' ('The Man from Rome'). Se trata de un "thriller" de cerca de 100 minutos de duración que se ha rodado en Sevilla con la colaboración de tres países: España, Colombia y Estados Unidos. De hecho, el reparto es internacional y rostros tan conocidos como los de Amaia Salamanca, Rodolfo Sancho, Carlos Cuevas, Jorge Sanz, Unax Ugalde o Alicia Borrachero coinciden con los de Richard Armitage, Franco Nero, Will Keen, Paul Guilfoyle, Paul Freeman o Fionnula Flanagan. Un "dream team" que funciona muy bien para poner en pie una historia compleja pero comprensible.
'La piel del tambor' arranca mostrándonos el conflicto principal: en 1995, el ordenador personal del Papa es el objetivo de un habilidoso "hacker" informático que le deja un mensaje enigmático. En él afirma que la Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas, radicada en el corazón de Sevilla, "mata para defenderse". El Santo Padre ordena que se lleve acabo una investigación dado que, en efecto, dos personas han perdido la vida en las inmediaciones de la iglesia en extrañas circunstancias. Monseñor Spada asignará la misión a su mejor agente, el sacerdote Lorenzo Quart, que cuenta con una larga experiencia en los asuntos oscuros de la Santa Sede. Esto complica la situación, ya que ciertos intereses inmobiliarios amenazan con derribarla para recalificar el terreno. Solo una aristócrata y un sacerdote parecen defender la obra arquitectónica y a la comunidad de feligreses. Macarena Bruner representa en sí misma una amenaza por su pensamiento liberal: es una mujer divorciada que posee los derechos del terreno donde se alza la iglesia y vive su vida de forma muy libre con esporádicos escándalos en la prensa local que le atribuyen amoríos pasajeros.
'La piel del tambor' no es precisamente la novela más fácil de trasladar a imágenes de Reverte. Ni siquiera es la primera vez que se adapta: tras el éxito de la publicación en 1995 y al calor de los escándalos del Vaticano que fueron aflorando en dicha década, se lanzó una miniserie en 2007 liderada por Roberto Enríquez en el rol principal titulada 'Quart: el hombre de Roma'. En esta ocasión es Sergio Dow ('El día que me quieras') el encargado de darle una nueva forma al relato con una clara pretensión de alcanzar con facilidad al mercado internacional, habida cuenta de que está rodada en buena parte en inglés, además de contar con Richard Armitage como protagonista principal y un buen número de intérpretes de distintas latitudes.
Uno de los aspectos que más llamará la atención de los espectadores es la concepción de los sacerdotes que aparecen en la película: lejos de la imagen mojigata y apocada de los clérigos en la ficción, aquí encontramos "curas modernos" y no porque vistan de paisano, sino porque los que son hombres de acción, como Quart y otros tienen dotes detectivescas asociadas al uso de la tecnología.
A grandes rasgos, 'La piel del tambor' es una película bien articulada, muy entretenida y que se pasa en un suspiro gracias a una buena planificación de rodaje, que le saca chicha a las localizaciones sevillanas y a un diseño de producción solvente. Respecto a las interpretaciones, muchos personajes secundarios tienen pocas posibilidades de lucirse, uno de los "handicaps" habituales de las películas corales. Armitage maneja su protagonismo desde la contención más absoluta y Carlos Cuevas, como escudero esmerado, introduce incluso algún momento puntual de humor que hace que su personaje sea mucho más humano y creíble. De largo la parte más endeble de la película es el escarceo amoroso de turno, que no solo no aporta nada sino que rompe el ritmo de la narración, que por lo demás funciona como un reloj.
Muy disfrutable y más sencilla de digerir que la novela de la que parte, 'La piel del tambor' es una coproducción entre España, Colombia y Estados Unidos en la que el reparto funciona con solvencia. Lo mejor: la calidad de la producción, el ritmo de la narración y la resolución de la trama. Es muy meritorio sacar adelante esta adaptación, complicada. Lo peor: se hace rarísimo que personajes españoles hablen entre ellos en inglés. Estas partes dobladas tampoco quedarán muy orgánicas.
https://www.hobbyconsolas.com/reviews/critica-piel-tambor-adaptacion-novela-perez-reverte-1142931
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Floja adaptación de la novela de Arturo Pérez Reverte
Jesús Usero - accioncine.es - 19/10/2022
Pese a contar con un notable reparto y una cuidada producción, la nueva adaptación de 'La piel del tambor' fracasa en casi todos los aspectos importantes de una historia que debería ser una variante patria de los misterios como 'El Código Da Vinci', y que, como novela, era una más que entretenida obra de Pérez-Reverte. De hecho el libro ya tuvo una previa adaptación televisiva con la serie 'Quart', protagonizada por Roberto Enríquez, que era más entretenida que la película a la que ahora nos encontramos, y eso que tampoco es una serie memorable. Pero tenía más sentido que la película dirigida por Sergio Dow, director colombiano con una larga carrera a sus espaldas y responsable de cintas como 'El día que me quieras'. Aquí además ejerce como escritor de la película.
El Papa recibe en Roma un aviso a través de su ordenador personal, lanzado por un hacker, que le invita a investigar una serie de misteriosas muertes en una capilla de Sevilla, una que parece a punto de ser vendida, pero que tiene un peculiar historial de muertes accidentales. O quizá no tanto. Por eso el padre Quart, una suerte de investigador del Vaticano, es enviado a la ciudad intentando resolver el caso y descubrir qué está pasando reamente. Pero el padre Quart está lleno de dudas y sombras, mientras que una guerra de poder en el seno de la Iglesia podría complicar las cosas todavía más.
Si hay un motivo por el que ver 'La piel del tambor' es sin duda su reparto. La película tiene un reparto internacional, lleno de nombres españoles, pero también de populares rostros como Richard Armitage, que es perfecto para dar vida a Quart, de verdad. A su lado Paul Guilfoyle, Will Keen, Fionnula Flanagan o incluso Franco Nero, en papeles de más o menos importancia. Y del lado español, quizá quien más brilla es Carlos Cuevas, mientras que a su lado quedan Amaia Salamanca, Rodolfo Sancho, Alicia Borrachero, Unax Ugalde o Jorge Sanz, aunque en el caso del último creo que no le dejan ni tan siquiera una frase de guión… Todo en inglés en versión original, buscando abrirse al mercado internacional.
Es un buen reparto, ojalá tuviese un buen guión al que acercarse. Además de una serie de terribles diálogos, la película cae en muchísimas trampas de guión e incomprensibles saltos de fe, cosas que el espectador debe creer porque sí, como ciertos cambios de actitud, ciertos giros o la desaparición de ciertos personajes. El guión falla, pero no lo hace solo. En parte es debido a la idea de comprimir la novela en apenas dos horas de duración, pero hay detalles de dirección que, pese a la buena producción, fallan (el momento en el que atan a un personaje con una cuerda es… terrible). El resto es una película que no convence y que acaba aburriendo por momentos, e incluso haciendo reír involuntariamente. Eso por no contar los tópicos sobre Sevilla y la ciudad… La saga de Falcón o la propia serie Quart son mejores, me temo.
https://www.accioncine.es/reportajes/criticas/9167-la-piel-del-tambor
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James Bond con alzacuellos
José A Cano - cineconn.es - 20/10/2022
En 'La piel del tambor' el padre Lorenzo Quart, un agente del servicio secreto del Vaticano, es enviado a Sevilla a investigar las extrañas muertes que se suceden alrededor de una pequeña iglesia en peligro de demolición. Allí se encuentra con un sacerdote de pueblo que oculta secretos, un banquero especulador y dos duquesas, madre e hija, dispuestas a todo por conservar el legado de su familia.
Esta adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte parece una película de hace 25 años, es decir, de cuando fue escrita la misma, o un piloto de una serie que se estrena directo a cines, como una versión con más nivel de la fallida 'Quart' que estrenó Antena 3 en 2007, el primer intento de llevar el texto literario al audiovisual. No está mal, pero tampoco bien. Es un producto menor, algo torpe por momentos.
'La piel del tambor', 'The Man From Rome' para el mundo angloparlante, es un thriller tan correcto que sin llegar a ser mediocre no consigue destacar por nada. Una coproducción diseñada para ser tan internacional y exportable que al final se queda sin personalidad y se olvida de justificar por qué se rueda donde se rueda y no en cualquier otro lugar. Una historia de espías para cumplir que ni siquiera aprovecha bien que está protagonizada por curas para desaparramar un poco, solo le pone alzacuellos a James Bond y tira adelante.
La primera novela de Dan Brown, el infumable autor de 'El Código Da Vinci', un señor que roza el analfabetismo funcional pero aún así vive de escribir mientras yo tengo que ir a ver estas cosas para pagarme el alquiler, se llamó 'La fortaleza digital'. Esa novela existe porque 'La piel del tambor', de Arturo Pérez-Reverte, se tradujo al inglés y lo petó en EEUU. Brown, que es un lerdo, la plagió mezclándola con tonterías sobre cómo se pensaba que funcionaba internet en la época y parió el célebre ladrillo en el que la Giralda tiene escaleras y el zumo de arándanos es la bebida típica de Sevilla. 'La piel del tambor', la película, no llega a esos extremos, sino que se pasa por el otro. Podría ocurrir en Sevilla, en la campiña inglesa o en Buenos Aires, da un poco igual.
Arranca con el equivalente a San Patricio para Andalucía del cine cutre, una procesión de Semana Santa. El cura protagonista al final tiene personalidad de detective-que-se-implica-en-problemas-que-no-va-con-él con sus traumitas, pero ni siquiera el hecho patente de que está saltando a la comba con el celibato (créanme, no es spoiler) le causa conflicto. A esto se añade un pecado aún más grave para una «de suspense»: ejecuta una resolución muy torpe y completamente anticlimática de los dos misterios centrales que lanza. De acuerdo, saber quiénes son el asesino y el "hacker", incluso dirimir que son la misma persona, en el fondo son solo excusas para que el protagonista se introduzca en el ambiente propuesto. Pero claro, como el ambiente, en realidad, es neutro, pues por lo menos habría que trabajarse un suspense apañado. No vale que el misterio pocho precisamente sea 100% fiel a la novela si en otras cosas no la han respetado.
Decía más arriba que parece el piloto de una serie, una versión con mucho más presupuesto de la que intentó hacer Antena 3 hace ya 15 años. Se nota en el empeño en presentar más el ambiente vaticano de los personajes que el presunto tema central del filme. Le crean al padre Quart un M y un Q con sotanas, un enemigo interior y un Papa presuntamente progresista y moribundo, todo elementos que no estaban en el libro (para empezar porque en aquel el Santo Padre era Juan Pablo II, no uno ficticio, y ahí la cosa cambiar). Pero la película acaba y ya, tampoco juega con eso. 'La piel del tambor' puede parecer '007: Operación Pájaro Espino', que como ocurrencia pop tiene gracia, pero luego roza el telefilm.
La narración, así, no es solo completamente funcional, es que a veces se pasa de simplona. El arranque presenta situaciones al buen tuntún, con tres o cuatro falsos principios e incluso dos introducciones diferentes (y contradictorias sobre lo que quieren contar) para algunos de los personajes. La estructura, ya saben, eso de planteamiento, nudo y desenlace, mezcla demasiado la fidelidad a la novela con la trama añadida de conspiraciones vaticanas, de manera que se les descuadra. Hasta Roque Baños se limita a ponerle una banda sonora genérica para subrayar la tensión y poder marcharse rápido a casa.
En fin, que 'La piel del tambor' es uno de esos filmes que se siguen estrenando y parece que llegan más de dos décadas tarde. Probablemente tendrían más suerte y mejor audiencia como miniseries manteniendo su espíritu de aventura popular cumplidora. Hace, quizás, lo peor que puede hacer una adaptación: ser demasiado fiel y demasiado poco al mismo tiempo. Entretiene, así que tampoco se puede decir que no haga su trabajo, pero se puede vivir sin verla, incluso si se es muy fan de la novela.
https://cineconn.es/critica-de-la-piel-del-tambor-adaptacion-pelicula/
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Agente Quart, al servicio de Su Santidad
Oti Rodríguez Marchante - abc.es - 21/10/2022
Un extenso equipo de guionistas ha peinado y repeinado la novela de Arturo Pérez-Reverte y la ha conseguido embutir en poco más de hora y media, y con toda su enorme cantidad de personajes, tramas y subtramas. Conseguir tal cosa, y sin perderse en la presentación de tantos personajes y en la explicación de los flecos de un argumento complejo y que va y viene, es una proeza; y otra, que el director, Sergio Dow, logre una narración ágil y capture con cámara fácil (o sea, comprensible, no simple) el cruce de las diversas intrigas e incluso sugiera otras que deja en el aire. Una historia que comienza con un "hacker" informático colándose en el ordenador del Papa, que pasa de puntillas por las conspiraciones vaticanas, que se instala en Sevilla, en un asunto de corrupción inmobiliaria y en el derribo de una vieja y hermosa Iglesia cuyos derechos pertenecen a una noble familia sevillana.
El personaje principal, el punto de vista y el foco de la acción es muy inusual, un sacerdote (Quart) que soluciona problemas de la Santa Sede, una especie de agente a la orden de Su Santidad con licencia (bula) para actuar con libertad. Lo interpreta con solvencia física Richard Armitage, un actor potente, británico y con cierto rijo en la mirada, de lo cual se aprovecha la trastienda de la película para el desarrollo de uno de sus principales hilos narrativos: Macarena Bruner, la joven aristócrata que quiere impedir que le derriben su Iglesia, un papel lleno de interlineado que Amaia Salamanca compone con mucho atractivo, sugerencia y capacidad dramática.
Que el guion y su puesta en escena son buenos lo reafirma el hecho de que, de su historia, saldrían al menos otra media docena de personajes y argumentos que tendrían tanto o más interés: hay otra película en el pulso entre Monseñor Spada (Paul Guilfoyle) y el Cardenal Iwaszkiewicz (Féodor Atkine); entre el Padre Quart y Macarena Bruner; entre la joven duquesa y su exmarido, el chulazo Pencho Gavira (Rodolfo Sancho); en el pasado del Padre Ferro (Paul Freeman); en la historia de la monja Gris Marsala (sorprendente Alicia Borrachero) o en el propio pasado de la familia Bruner, romántico y viscoso…, todo ello tocado en ‘La piel del tambor’, pero en tenue, sugerido, aludido sin redoble.
El metraje tan ajustado produce algo que suele ser muy común en las películas de acción e intriga, y es que su trámite hacia el desenlace (la resolución de las tramas) sea apresurado, impaciente, parcheado. La buena mano del director y el magnífico trabajo de los actores se ve en momentos como el del Padre Ferro y Monseñor Spada en la escena al borde del río, tan serena, tan íntima, tan borrascosa, tan inquietante. O en la luz de interiores, en la Iglesia, en el ático, en momentos de diálogos turbios entre ella, él, los otros… Pero… ese metraje tan ajustado produce algo que suele ser muy común en las películas de acción e intriga, y es que su trámite hacia el desenlace (la resolución de las tramas) sea apresurado, impaciente, parcheado: pim, pam, pum. La mencionada proeza para introducir personajes y tramas no tiene esa misma fluidez para salir de ellos y ellas (aquí, sí). Es curiosa la rápida descripción del ‘equipo informático’ y de la rebotica de asuntos internos del Vaticano; también, las dos o tres pinceladas que se da a los secuaces de los villanos, clichés andantes que encabeza un Jorge Sanz muy maltratado por el guion y departamento de maquillaje y vestuario. ¡El grandísimo Jorge Sanz, ahora en el andamio!, pero honra su malencarado personaje y hasta pide un ‘spin-off’.
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