17 octubre 2022

Reseñas sobre la película 'La piel del tambor'

Ambiciosa pero fallida la nueva adaptación de Reverte

Eduardo Puig - elcofresuena.es - 17/10/2022

Reverte te podrá gustar más o menos, te pueden gustar sus historias, pero no su forma de narrarlas… o viceversa. Pero lo que si está claro es que el escritor murciano es uno de los mejores novelistas del mundo, y lo alaban sus múltiples premios conseguidos, sus novelas como 'Las aventuras del Capitán Alatriste' o su distintiva trilogía, 'Falcó'. No se puede decir lo mismo de 'La piel del tambor'. La película pasará a la historia, pero no precisamente por ser buena, sino más bien por ser olvidable.

¿Por dónde empiezo? Señor Sergio Dow, me tienes que explicar que es lo que has querido hacer con esta película porque la verdad es que yo no lo entiendo. Tienes una coproducción española, italiana colombiana, con un presupuesto de más de 2,4 millones de euros y a actores de renombre como son Alicia Borrachero, Richard Armitage o Paul Freeman, y nos das… este esperpento, por no llamarlo de otra forma. Desconozco si es una buena adaptación de la novela de Reverte porque no la he leído, pero como largometraje, que es lo que voy a analizar, deja mucho que desear. Primero, 'La piel del tambor' es una película sin alma, carece de sentimiento. Lo pintan como un "thriller" policial con conspiraciones eclesiásticas de por medio, pero ni es intrigante ni hay conspiraciones de nada, y la poca acción que tiene es muy descafeinada (las coreografías, por Dios… Nunca mejor dicho). Se me ha hecho excesivamente lenta y, en muchas partes, aburrida. Se tiran literalmente una hora siguiendo la línea narrativa de los asesinatos/accidentes de la iglesia para luego olvidarlo completamente y pasar a otra trama distinta.

No sé si os pasará, pero el hecho de que haya demasiados nombres y personajes en una película me saca totalmente. Me desquicio con tantos nombres seguidos y para colmo me ofreces más de una veintena, señor Dow. Entiendo que la novela de Reverte tenga tantísimos personajes (y muy bien desarrollados, no como aquí), pero si vas a hacer una adaptación de 120 minutos no me puedes poner tantos nombres y personajes porque eso acaba pareciendo el camarote de los hermanos Marx. Hay que condensar y simplificar más, de eso se trata adaptar una obra a otro medio, y más siendo una novela de Reverte que, precisamente, fácil no es.

¿Lo de que los personajes hablen todos en inglés es una broma, verdad? Dime que lo es. O sea, me pones a Amaia Salamanca, que precisamente la mejor actriz del mundo no es, y a Carlos Cuevas, el chico de 'Merlí' y 'Cuéntame como pasó', a chapurrear en inglés. Actores y actrices, todos españoles, haciéndoles pasar por americanos y obligándoles hablar en inglés, cuando toda la película está ambientada en Sevilla… ¿Soy el único que cree que es una maldita locura? Me entró la risa cuando vi a Salamanca hablar en inglés. Esto no es serio. Señor Dow, deje de ser tan pretencioso y céntrese en intentar hacer una buena película. Para acabar, justo en el clímax, se le ocurre hacer una escena de acción (¿a eso se le puede llamar acción?) totalmente anticlimática y decepcionante, con una resolución de la trama acelerada, pensada para acabar en cinco minutos y pareciendo un mal capítulo de 'Los misterios de Laura'.

Si tengo que salvar algo, sería la bonita fotografía de Aitor Mantxola y la excelente banda sonora de Roque Baños. Lo único decente en toda la película. ¡Mamma Mia, qué película! 5/10.

La piel del tambor: ambiciosa pero fallida la nueva adaptación de Reverte (elcofresuena.es)

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Crítica de 'La piel del tambor', la adaptación de la novela de Pérez-Reverte

Raquel Hernández Luján - hobbyconsolas.com - 19/10/2022

Si os gustan las adaptaciones literarias y además tenéis a Arturo Pérez-Reverte entre vuestros escritores favoritos, este viernes tenéis una cita en salas de cine para disfrutar de 'La piel del tambor' ('The Man from Rome'). Se trata de un "thriller" de cerca de 100 minutos de duración que se ha rodado en Sevilla con la colaboración de tres países: España, Colombia y Estados Unidos. De hecho, el reparto es internacional y rostros tan conocidos como los de Amaia Salamanca, Rodolfo Sancho, Carlos Cuevas, Jorge Sanz, Unax Ugalde o Alicia Borrachero coinciden con los de Richard Armitage, Franco Nero, Will Keen, Paul Guilfoyle, Paul Freeman o Fionnula Flanagan. Un "dream team" que funciona muy bien para poner en pie una historia compleja pero comprensible. 

'La piel del tambor' arranca mostrándonos el conflicto principal: en 1995, el ordenador personal del Papa es el objetivo de un habilidoso "hacker" informático que le deja un mensaje enigmático. En él afirma que la Iglesia de Nuestra Señora de las Lágrimas, radicada en el corazón de Sevilla, "mata para defenderse". El Santo Padre ordena que se lleve acabo una investigación dado que, en efecto, dos personas han perdido la vida en las inmediaciones de la iglesia en extrañas circunstancias. Monseñor Spada asignará la misión a su mejor agente, el sacerdote Lorenzo Quart, que cuenta con una larga experiencia en los asuntos oscuros de la Santa Sede. Esto complica la situación, ya que ciertos intereses inmobiliarios amenazan con derribarla para recalificar el terreno. Solo una aristócrata y un sacerdote parecen defender la obra arquitectónica y a la comunidad de feligreses. Macarena Bruner representa en sí misma una amenaza por su pensamiento liberal: es una mujer divorciada que posee los derechos del terreno donde se alza la iglesia y vive su vida de forma muy libre con esporádicos escándalos en la prensa local que le atribuyen amoríos pasajeros.

'La piel del tambor' no es precisamente la novela más fácil de trasladar a imágenes de Reverte. Ni siquiera es la primera vez que se adapta: tras el éxito de la publicación en 1995 y al calor de los escándalos del Vaticano que fueron aflorando en dicha década, se lanzó una miniserie en 2007 liderada por Roberto Enríquez en el rol principal titulada 'Quart: el hombre de Roma'. En esta ocasión es Sergio Dow ('El día que me quieras') el encargado de darle una nueva forma al relato con una clara pretensión de alcanzar con facilidad al mercado internacional, habida cuenta de que está rodada en buena parte en inglés, además de contar con Richard Armitage como protagonista principal y un buen número de intérpretes de distintas latitudes. 

Uno de los aspectos que más llamará la atención de los espectadores es la concepción de los sacerdotes que aparecen en la película: lejos de la imagen mojigata y apocada de los clérigos en la ficción, aquí encontramos "curas modernos" y no porque vistan de paisano, sino porque los que son hombres de acción, como Quart y otros tienen dotes detectivescas asociadas al uso de la tecnología.

A grandes rasgos, 'La piel del tambor' es una película bien articulada, muy entretenida y que se pasa en un suspiro gracias a una buena planificación de rodaje, que le saca chicha a las localizaciones sevillanas y a un diseño de producción solvente. Respecto a las interpretaciones, muchos personajes secundarios tienen pocas posibilidades de lucirse, uno de los "handicaps" habituales de las películas corales. Armitage maneja su protagonismo desde la contención más absoluta y Carlos Cuevas, como escudero esmerado, introduce incluso algún momento puntual de humor que hace que su personaje sea mucho más humano y creíble. De largo la parte más endeble de la película es el escarceo amoroso de turno, que no solo no aporta nada sino que rompe el ritmo de la narración, que por lo demás funciona como un reloj.

Muy disfrutable y más sencilla de digerir que la novela de la que parte, 'La piel del tambor' es una coproducción entre España, Colombia y Estados Unidos en la que el reparto funciona con solvencia. Lo mejor: la calidad de la producción, el ritmo de la narración y la resolución de la trama. Es muy meritorio sacar adelante esta adaptación, complicada. Lo peor: se hace rarísimo que personajes españoles hablen entre ellos en inglés. Estas partes dobladas tampoco quedarán muy orgánicas.

https://www.hobbyconsolas.com/reviews/critica-piel-tambor-adaptacion-novela-perez-reverte-1142931

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Floja adaptación de la novela de Arturo Pérez Reverte

Jesús Usero - accioncine.es - 19/10/2022

Pese a contar con un notable reparto y una cuidada producción, la nueva adaptación de 'La piel del tambor' fracasa en casi todos los aspectos importantes de una historia que debería ser una variante patria de los misterios como 'El Código Da Vinci', y que, como novela, era una más que entretenida obra de Pérez-Reverte. De hecho el libro ya tuvo una previa adaptación televisiva con la serie 'Quart', protagonizada por Roberto Enríquez, que era más entretenida que la película a la que ahora nos encontramos, y eso que tampoco es una serie memorable. Pero tenía más sentido que la película dirigida por Sergio Dow, director colombiano con una larga carrera a sus espaldas y responsable de cintas como 'El día que me quieras'. Aquí además ejerce como escritor de la película.

El Papa recibe en Roma un aviso a través de su ordenador personal, lanzado por un hacker, que le invita a investigar una serie de misteriosas muertes en una capilla de Sevilla, una que parece a punto de ser vendida, pero que tiene un peculiar historial de muertes accidentales. O quizá no tanto. Por eso el padre Quart, una suerte de investigador del Vaticano, es enviado a la ciudad intentando resolver el caso y descubrir qué está pasando reamente. Pero el padre Quart está lleno de dudas y sombras, mientras que una guerra de poder en el seno de la Iglesia podría complicar las cosas todavía más.

Si hay un motivo por el que ver 'La piel del tambor' es sin duda su reparto. La película tiene un reparto internacional, lleno de nombres españoles, pero también de populares rostros como Richard Armitage, que es perfecto para dar vida a Quart, de verdad. A su lado Paul Guilfoyle, Will Keen, Fionnula Flanagan o incluso Franco Nero, en papeles de más o menos importancia. Y del lado español, quizá quien más brilla es Carlos Cuevas, mientras que a su lado quedan Amaia Salamanca, Rodolfo Sancho, Alicia Borrachero, Unax Ugalde o Jorge Sanz, aunque en el caso del último creo que no le dejan ni tan siquiera una frase de guión… Todo en inglés en versión original, buscando abrirse al mercado internacional.

Es un buen reparto, ojalá tuviese un buen guión al que acercarse. Además de una serie de terribles diálogos, la película cae en muchísimas trampas de guión e incomprensibles saltos de fe, cosas que el espectador debe creer porque sí, como ciertos cambios de actitud, ciertos giros o la desaparición de ciertos personajes. El guión falla, pero no lo hace solo. En parte es debido a la idea de comprimir la novela en apenas dos horas de duración, pero hay detalles de dirección que, pese a la buena producción, fallan (el momento en el que atan a un personaje con una cuerda es… terrible). El resto es una película que no convence y que acaba aburriendo por momentos, e incluso haciendo reír involuntariamente. Eso por no contar los tópicos sobre Sevilla y la ciudad… La saga de Falcón o la propia serie Quart son mejores, me temo.

https://www.accioncine.es/reportajes/criticas/9167-la-piel-del-tambor

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James Bond con alzacuellos

José A Cano - cineconn.es - 20/10/2022

En 'La piel del tambor' el padre Lorenzo Quart, un agente del servicio secreto del Vaticano, es enviado a Sevilla a investigar las extrañas muertes que se suceden alrededor de una pequeña iglesia en peligro de demolición. Allí se encuentra con un sacerdote de pueblo que oculta secretos, un banquero especulador y dos duquesas, madre e hija, dispuestas a todo por conservar el legado de su familia.

Esta adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte parece una película de hace 25 años, es decir, de cuando fue escrita la misma, o un piloto de una serie que se estrena directo a cines, como una versión con más nivel de la fallida 'Quart' que estrenó Antena 3 en 2007, el primer intento de llevar el texto literario al audiovisual. No está mal, pero tampoco bien. Es un producto menor, algo torpe por momentos.

'La piel del tambor', 'The Man From Rome' para el mundo angloparlante, es un thriller tan correcto que sin llegar a ser mediocre no consigue destacar por nada. Una coproducción diseñada para ser tan internacional y exportable que al final se queda sin personalidad y se olvida de justificar por qué se rueda donde se rueda y no en cualquier otro lugar. Una historia de espías para cumplir que ni siquiera aprovecha bien que está protagonizada por curas para desaparramar un poco, solo le pone alzacuellos a James Bond y tira adelante.

La primera novela de Dan Brown, el infumable autor de 'El Código Da Vinci', un señor que roza el analfabetismo funcional pero aún así vive de escribir mientras yo tengo que ir a ver estas cosas para pagarme el alquiler, se llamó 'La fortaleza digital'. Esa novela existe porque 'La piel del tambor', de Arturo Pérez-Reverte, se tradujo al inglés y lo petó en EEUU. Brown, que es un lerdo, la plagió mezclándola con tonterías sobre cómo se pensaba que funcionaba internet en la época y parió el célebre ladrillo en el que la Giralda tiene escaleras y el zumo de arándanos es la bebida típica de Sevilla. 'La piel del tambor', la película, no llega a esos extremos, sino que se pasa por el otro. Podría ocurrir en Sevilla, en la campiña inglesa o en Buenos Aires, da un poco igual. 

Arranca con el equivalente a San Patricio para Andalucía del cine cutre, una procesión de Semana Santa. El cura protagonista al final tiene personalidad de detective-que-se-implica-en-problemas-que-no-va-con-él con sus traumitas, pero ni siquiera el hecho patente de que está saltando a la comba con el celibato (créanme, no es spoiler) le causa conflicto. A esto se añade un pecado aún más grave para una «de suspense»: ejecuta una resolución muy torpe y completamente anticlimática de los dos misterios centrales que lanza. De acuerdo, saber quiénes son el asesino y el "hacker", incluso dirimir que son la misma persona, en el fondo son solo excusas para que el protagonista se introduzca en el ambiente propuesto. Pero claro, como el ambiente, en realidad, es neutro, pues por lo menos habría que trabajarse un suspense apañado. No vale que el misterio pocho precisamente sea 100% fiel a la novela si en otras cosas no la han respetado.

Decía más arriba que parece el piloto de una serie, una versión con mucho más presupuesto de la que intentó hacer Antena 3 hace ya 15 años. Se nota en el empeño en presentar más el ambiente vaticano de los personajes que el presunto tema central del filme. Le crean al padre Quart un M y un Q con sotanas, un enemigo interior y un Papa presuntamente progresista y moribundo, todo elementos que no estaban en el libro (para empezar porque en aquel el Santo Padre era Juan Pablo II, no uno ficticio, y ahí la cosa cambiar). Pero la película acaba y ya, tampoco juega con eso. 'La piel del tambor' puede parecer '007: Operación Pájaro Espino', que como ocurrencia pop tiene gracia, pero luego roza el telefilm.

La narración, así, no es solo completamente funcional, es que a veces se pasa de simplona. El arranque presenta situaciones al buen tuntún, con tres o cuatro falsos principios e incluso dos introducciones diferentes (y contradictorias sobre lo que quieren contar) para algunos de los personajes. La estructura, ya saben, eso de planteamiento, nudo y desenlace, mezcla demasiado la fidelidad a la novela con la trama añadida de conspiraciones vaticanas, de manera que se les descuadra. Hasta Roque Baños se limita a ponerle una banda sonora genérica para subrayar la tensión y poder marcharse rápido a casa.

En fin, que 'La piel del tambor' es uno de esos filmes que se siguen estrenando y parece que llegan más de dos décadas tarde. Probablemente tendrían más suerte y mejor audiencia como miniseries manteniendo su espíritu de aventura popular cumplidora. Hace, quizás, lo peor que puede hacer una adaptación: ser demasiado fiel y demasiado poco al mismo tiempo. Entretiene, así que tampoco se puede decir que no haga su trabajo, pero se puede vivir sin verla, incluso si se es muy fan de la novela.

https://cineconn.es/critica-de-la-piel-del-tambor-adaptacion-pelicula/

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Agente Quart, al servicio de Su Santidad

Oti Rodríguez Marchante - abc.es - 21/10/2022

Un extenso equipo de guionistas ha peinado y repeinado la novela de Arturo Pérez-Reverte y la ha conseguido embutir en poco más de hora y media, y con toda su enorme cantidad de personajes, tramas y subtramas. Conseguir tal cosa, y sin perderse en la presentación de tantos personajes y en la explicación de los flecos de un argumento complejo y que va y viene, es una proeza; y otra, que el director, Sergio Dow, logre una narración ágil y capture con cámara fácil (o sea, comprensible, no simple) el cruce de las diversas intrigas e incluso sugiera otras que deja en el aire. Una historia que comienza con un "hacker" informático colándose en el ordenador del Papa, que pasa de puntillas por las conspiraciones vaticanas, que se instala en Sevilla, en un asunto de corrupción inmobiliaria y en el derribo de una vieja y hermosa Iglesia cuyos derechos pertenecen a una noble familia sevillana.

El personaje principal, el punto de vista y el foco de la acción es muy inusual, un sacerdote (Quart) que soluciona problemas de la Santa Sede, una especie de agente a la orden de Su Santidad con licencia (bula) para actuar con libertad. Lo interpreta con solvencia física Richard Armitage, un actor potente, británico y con cierto rijo en la mirada, de lo cual se aprovecha la trastienda de la película para el desarrollo de uno de sus principales hilos narrativos: Macarena Bruner, la joven aristócrata que quiere impedir que le derriben su Iglesia, un papel lleno de interlineado que Amaia Salamanca compone con mucho atractivo, sugerencia y capacidad dramática.

Que el guion y su puesta en escena son buenos lo reafirma el hecho de que, de su historia, saldrían al menos otra media docena de personajes y argumentos que tendrían tanto o más interés: hay otra película en el pulso entre Monseñor Spada (Paul Guilfoyle) y el Cardenal Iwaszkiewicz (Féodor Atkine); entre el Padre Quart y Macarena Bruner; entre la joven duquesa y su exmarido, el chulazo Pencho Gavira (Rodolfo Sancho); en el pasado del Padre Ferro (Paul Freeman); en la historia de la monja Gris Marsala (sorprendente Alicia Borrachero) o en el propio pasado de la familia Bruner, romántico y viscoso…, todo ello tocado en ‘La piel del tambor’, pero en tenue, sugerido, aludido sin redoble.

El metraje tan ajustado produce algo que suele ser muy común en las películas de acción e intriga, y es que su trámite hacia el desenlace (la resolución de las tramas) sea apresurado, impaciente, parcheado. La buena mano del director y el magnífico trabajo de los actores se ve en momentos como el del Padre Ferro y Monseñor Spada en la escena al borde del río, tan serena, tan íntima, tan borrascosa, tan inquietante. O en la luz de interiores, en la Iglesia, en el ático, en momentos de diálogos turbios entre ella, él, los otros… Pero… ese metraje tan ajustado produce algo que suele ser muy común en las películas de acción e intriga, y es que su trámite hacia el desenlace (la resolución de las tramas) sea apresurado, impaciente, parcheado: pim, pam, pum. La mencionada proeza para introducir personajes y tramas no tiene esa misma fluidez para salir de ellos y ellas (aquí, sí). Es curiosa la rápida descripción del ‘equipo informático’ y de la rebotica de asuntos internos del Vaticano; también, las dos o tres pinceladas que se da a los secuaces de los villanos, clichés andantes que encabeza un Jorge Sanz muy maltratado por el guion y departamento de maquillaje y vestuario. ¡El grandísimo Jorge Sanz, ahora en el andamio!, pero honra su malencarado personaje y hasta pide un ‘spin-off’.

https://www.abc.es/play/cine/criticas/abci-rodriguez-marchante-critica-piel-tambor-agente-quart-servicio-santidad-202210201509_noticia.html

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'La piel del tambor'
Juana Samanes - latribunadetalavera.es - 21/10/2022

En 1995, el escritor español Arturo Pérez Reverte publicaba 'La piel del tambor', una novela de suspense llena de conspiraciones vaticanas y oscurantismo de la Iglesia católica, que se adelantó ocho años a Dan Brown y a su conocido "best seller" 'El código Da Vinci', que también jugaba con esos elementos pero que estaba repleta de falacias e ignorancia. Ahora llega otra adaptación al cine de una novela de Reverte, tras otras como 'El maestro de esgrima', 'La carta esférica', 'Territorio comanche' o 'Alatriste'.

Hay muchísima imaginación y elementos increíbles en la novela que, al traspasarse al cine, todavía quedan más nítidos y llegan a caer en el ridículo. Así, a la existencia de agentes-sacerdotes con pistolas como el protagonista, el padre Quart, al que siempre le asignan asuntos oscuros de la Iglesia, se unen una retahíla de personajes a cual más histriónico desde los villanos de cómic que persiguen incansablemente a nuestro sacerdote 007 para que no descubra la verdad hasta el arzobispo que solo aspira a hacer caja. Por no mencionar los diálogos carentes de todo sentido y que, en algunos momentos, provocan la hilaridad.

En general el reparto internacional en esta coproducción de España, Colombia e Italia, encabezado por el británico Richard Armitage (el inolvidable Thorin de la saga de 'El hobbit') parece bastante perdido en la película, como si no supieran qué hacer en sus papeles. Se salva Rodolfo Sancho, que encarna a un malvado inmobiliario que quiere hacerse con los terrenos de la Iglesia, o Carlos Cuevas, que interpreta a un joven sacerdote, Cooey, todo un crack en infomática, que tiene uno de los papeles más simpáticos de la trama. Por cierto, pobre Jorge Sanz, a quien le ha tocado interpretar a la más fea, en este caso a un matón vulgar. Porque aunque la película se ha filmado en lugares tan maravillosos como la Ciudad del Vaticano o la Plaza de España de Sevilla, su desarrollo es un frívolo "best seller", a primera vista lleno de datos y de personajes, pero que encierra una trama tan sencilla como olvidable.


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Crítica de 'La piel del tambor'
Rubén Romero Santos - 20minutos.es - 21/10/2022

El inconfundible destello de la coproducción internacional asoma desde los primeros planos de 'La piel del tambor', enésima adaptación de ese pergeñador de súper ventas y polémicas que es Arturo Pérez-Reverte. En esta ocasión, la novela cobra vida merced al colombiano Sergio Dow. Empieza en un confesionario y debemos confesar que su elección es algo extraña, si tenemos en cuenta que, en los últimos tiempos, Dow no se ha prodigado mucho por la ficción (ni mucho menos el "thriller") y sí por el documental. 

Con todo, el director no desentona en una película sobre cuya puesta en escena sobrevuela otra franquicia protagonizada por curitas tan atractivos como Richard Armitage y Carlos Cuevas como es 'El código Da Vinci' (Ron Howard, 2006) o, por ser más precisos, su secuela 'Ángeles y demonios' (Ron Howard, 2009). Como en las cintas de Howard, también aquí los padres sexies evangelizan a base de estopa, como Jean-Claude van Damme en sus buenos tiempos. Su belleza, como la de Amaia Salamanca y Alicia Borrachero, queda eclipsada por la de Sevilla, auténtica protagonista de la cinta y la que sale mejor parada en la adaptación merced a una bella fotografía de Aitor Mantxola. 

Tal vez, en aras de la fidelidad, la trama sea demasiado compleja. Habría convenido reducir sus líneas argumentales y aumentar las sospechas sobrenaturales, aprovechando la liturgia católica, como tan a menudo ha hecho el género de terror. Si ya tenemos stendhalazo admirando el Barroco sevillano, extender el barroquismo a su historia parece contraproducente, con lo que el filme debe recurrir a los consabidos "flashbacks" explicativos. Eso sí, ver la reunión de tres talentos como Franco Nero (el inmortal Django), Paul Guilfoyle ('CSI' y 'L.A. Confidential') y Fionnula Flanagan ('Los otros'), es un placer para cualquier cinéfilo que se precie de serlo.


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 'La piel del tambor': Espías del Vaticano
Miguel Ángel Pizarro - ecartelera.com - 21/10/2022

Pese a su extensa carrera y ser reconocido como uno de los mejores autores contemporáneos en lengua castellana, lo cierto es que a Arturo Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española desde 2003, no ha tenido mucha suerte con las adaptaciones cinematográficas de sus obras. A pesar de loables intentos como los de Agustín Díaz Yanes con 'Oro' o Imanol Uribe con 'La carta esférica', han sido muy pocas las versiones para la gran pantalla que han logrado convencer: toca remontarse a 1992 con 'El maestro de esgrima'. De ahí que cause expectación el estreno de 'La piel del tambor', que adapta la novela homónima de 1995 y que es considerada una de sus novelas más emblemáticas fuera de la saga 'Las aventuras del capitán Alatriste'.

A pesar de contar con el beneplácito expreso del propio escritor, la cinta no deja de transmitir la sensación de ser un episodio piloto de una serie. Es más, sus créditos iniciales están hechos de tal forma que parece que, en cualquier momento, aparecerá el logo de una cadena de televisión o plataforma en "streaming". También es cierto que el filme intenta ser lo más fiel posible a la novela original, y es ahí donde la cinta cae, pues es su guion donde más flojea, a pesar de estar firmado por ocho personas, entre las que incluye el propio director de la cinta, el colombiano Sergio Dow, quien debuta en la ficción con esta propuesta. Ocho manos que no son capaces de crear una historia con personajes que atrapen. Sí, sus primeros minutos tienen mucha adrenalina, el ver cómo un "hacker" invade y rompe el sistema de seguridad de la Santa Sede y accede al ordenador personal del mismísimo papa. Se suma también el misterioso caso de una catedral que, supuestamente, mata a todo aquel que la perturba. En medio, un caso de espionaje dentro del propio Vaticano y una serie de casos de corrupción, especulación inmobiliaria y chantaje relacionado con oscuros secretos y delitos de la Iglesia.

Realmente, había una oportunidad de oro para crear un "thriller" diferente, que cuenta con un sacerdote que tiene 'licencia para matar', al más puro estilo James Bond y que es encarnado por un Richard Armitage magnífico, pues el británico muestra sus habilidades para un papel que parece estar hecho a medida. Sin embargo, el libreto no permite desarrollar más un personaje que parecía destinado a dar juego, limitándose a su misión de espía. Tampoco se ahonda más en el resto, lo que provoca que sea un relato que busca intentar incluir la mayor parte de las escenas de la novela, pero sin profundizar demasiado en ellas.

Y así provoca el efecto de que quiere contar mucho en poco tiempo, lo que lleva a crear un relato demasiado liviano, con una trama que termina resolviéndose de forma precipitada y caótica y con una premisa que termina tirando de demasiados clichés, incluyendo un guiño descarado a 'El pájaro espino'. La misión por descubrir el misterio de la catedral o descubrir la identidad del "hacker" pasan a un segundo plano, siendo un mero Macguffin, lo que provoca que la historia se disperse en una serie de secuencias que recuerdan demasiado a otros filmes similares, como 'Código Emperador', 'La maniobra de la tortuga' u 'Objetos', todas estrenadas este mismo año y cuyos resultados fueron mejores.

Si se le suma el nulo desarrollo de los personajes secundarios o los que le rodean al padre Quart, se está ante un "thriller" efectista, con algunas secuencias que funcionan por sus altas dosis de acción, pero con un desarrollo mal elaborado. Da la impresión que se ha querido abarcar mucho y se ha terminado sacrificándose su trama principal. A ello se le añade unos actores de primer nivel que no están lo suficientemente bien aprovechados, especialmente el caso de Alicia Borrachero. Aunque Sevilla luce como un escenario ideal, tampoco se siente que se haya exprimido del todo.

Finalmente, 'La piel del tambor' le acaba sucediendo lo mismo que le pasó a la miniserie 'Quart, el hombre de Roma', en la que Roberto Enríquez ya se puso en la piel del protagonista de la obra de Pérez-Reverte. Vuelve a producirse la sensación de lo complicado que resulta trasladar sus universos a la pantalla y de reinterpretar su lenguaje literario al audiovisual. Esta adaptación termina estando más emparentada con las mentadas 'Oro', 'La carta esférica', incluso con 'La novena puerta', en la que el mismísimo Polanski demostró lo complicado que es trasladar el imaginario del autor cartagenero a otro medio. Una propuesta que, quizás, demandaba la visión de un cineasta o de un guionista de mayor personalidad, la suficiente como para apropiarse del relato y hacerlo suyo.

Nota: 5. Lo mejor: Richard Armitage demuestra tener presencia para un papel como el del padre Quart. Lo peor: La sensación de que se queda en tierra de nadie. Tampoco toca mentar la errónea decisión de que todo el filme esté rodado en inglés.


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Nuestra Señora de las Lágrimas
Begona del Teso - elcorreo.com - 27/10/2022

La idea es fastuosa, fabulosa; inigualable para degustarla en este umbral de las noches de Todos los Difuntos, Santos y Misterios: se sospecha que una iglesia sevillana y centenaria, consagrada bajo la advocación mariana de Nuestra Señora de las Lágrimas, se está revolviendo en cuerpo, alma, piedra, hermosas imágenes policromadas y perlas en el rostro de la madre del Cristo contra la maniobra de un banco glocal (global+local, lo peor de cada casa) para demolerla y recalificar el terreno como, claro, edificable.

Pasan cosas extrañas en la nave central y el ábside del templo. Resumiendo, inspectores de obra, sacerdotes afines al obispo (encantado de que tiren la iglesia abajo...) y otras gentes mueren cuando entran en el recinto sagrado. Sin explicación alguna.

La idea no tiene precio cuatro noches antes de Halloween pero ninguno de los ocho guionistas (sí, 7+1) que han entrado como barreneros en racimo en la novela de Pérez-Reverte y la han desollado, deshuesado, destilado y descordado han sido capaces de dar cuerpo a la sospecha de media Sevilla y todo queda en un thriller con la mitad de Roma intentado cargarse al Papa bueno, un lío de finanzas vaticanas y un sacerdote-investigador de pasado oscuro, pistola rápida y gran capacidad para olvidar el voto de castidad (el de pobreza ni lo hizo y el de humildad ni supo que existía...).

El director tampoco es que ayude demasiado a los guionistas. Le sale una película sin volumen ni volúmenes. Tan plana como la primera ídem de un diario. Si hablásemos de fútbol, yo diría que no controla la noción de juego vertical. Filma tan horizontal y al ras que cuando llega la hora de la verdad recurre a la confesión llena de (demasiadas) palabras de una monja y no a la cámara y la luz de Aitor Mantxola. Ni a la planificación. O al montaje. Nuestra Señora de las Lágrimas llora. Yo también.


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Sevilla es lo mejor en la peor adaptación cinematográfica de Arturo Pérez-Reverte, un thriller que destaca por sus decisiones desconcertantes
Randy Meeks - espinof.com - 29/10/2022

Hacía 15 años que Arturo Pérez-Reverte no se dejaba ver por las salas de cine, desde que Imanol Uribe se atreviese con 'La carta esférica'. Lo cierto es que el escritor no ha tenido suerte con las adaptaciones de sus novelas, y todas acaban siendo un pequeño batiburrillo que demuestran que la verdadera fuerza de las mismas estaba en su material original. Sin embargo, aunque no haya tenido mucha suerte, lo peor estaba por llegar: 'La piel del tambor' es la peor película basada en una novela del escritor, un thriller tan tópico que se hace extraño, un ejemplo de cómo tomar solo decisiones incorrectas.

We are in Sevilla, my weapon. Empecemos con lo bueno: Sevilla. La película se ambienta en una ciudad absolutamente encantadora realzada por la estupenda fotografía, aunque en ocasiones la falta de presupuesto hace que pueda ser cualquier otro lugar. Tristemente, una ciudad tan bien retratada merecía una película mejor. Peor es la extraña, insólita, terrible decisión de hacer que todo el mundo hable inglés en la película. No solo con Richard Armitage, sino entre sevillanos.

'La piel del tambor' toma la extraña decisión de coger intérpretes españoles de primer orden (Amaia Salamanca, Unax Ugalde, Rodolfo Sancho) y hacerles hablar otro idioma. No es que ellos lo hagan mal, pero se les nota incómodos con la decisión de tener que hablar en un idioma que no tienen por qué dominar, y lleva a situaciones absurdas en el cine de 2022, como la de ver a dos personajes españoles interpretados por actores de aquí en Sevilla hablando entre sí en una lengua que no es la suya. Delirante.

En parte, 'La piel del tambor' parece una adaptación de la novela realizada el mismo año de su lanzamiento, 1995, y directamente para televisión: la puesta en escena es absolutamente anacrónica, los actores parecen exagerar continuamente y la película, que no confía en sus espectadores, repite una y otra vez lo que ha pasado hasta el momento, como haciendo pequeñas recapitulaciones por si te has dormido o estabas mirando el móvil.

Me intrigan muchísimo los motivos por los que Reverte es tan indulgente cuando llega la hora de hablar de sus películas. ¿Campaña de promoción, cariño por la obra original o simple manera de salir del paso? El guion cuenta mediante diálogos lo que debería contar mediante imágenes: los personajes están continuamente contándose sus peripecias y atando los hilos sueltos de las tramas de una manera descaradamente ineficaz. El libreto de la película junta más tramas de las que es capaz de sostener, olvidándose de algunas por el camino. No es que necesite una revisión: es que los cuatro guionistas que han trabajado en ella deberían haber empezado de nuevo tratando de hacerlo menos lioso. Una simple relectura deja en evidencia sus muchos, muchísimos errores de forma. Los diálogos son obvios y sin chispa, los personajes meros estereotipos, las situaciones absolutamente hilarantes.

Esta quiere ser una película muy seria, pero a veces se queda en sketch de José Mota sin pretenderlo. El equipo de curas informáticos armados hasta los dientes, el hacker entrando al portátil del Papa, las muertes de chichinabo, Jorge Sanz como ladrón... Las adaptaciones son ingratas porque lo que funciona en la novela original no tiene por qué trasladarse bien a la pantalla, pero alguien debió haberse dado cuenta de que la película no estaba funcionando.

'La piel del tambor' es un thriller sin emoción, que va con la calma chicha y avanza en la historia a base de acelerones poco naturales. Nota aparte merece el protagonista, un James Bond clerical que tiene tiempo para sacudir a los villanos, ligar con feligresas y desentrañar misterios. El típico personaje que en una novela es estupendo y carismático pero en cine corta de pleno toda la suspensión de incredulidad. Esta es la segunda adaptación del libro original: primero llegó la serie 'Quart, el hombre de Roma', que se emitió en Antena 3 y tampoco tuvo mucha más suerte. Quizá, simplemente, hay que admitir que no todas las obras son fácilmente adaptables a la gran pantalla. En el caso de Reverte, desde luego, ni siquiera Roman Polanski o Enrique Urbizu le han podido sacar toda la chicha.

Hay veces en que las adaptaciones se ciñen demasiado a la novela, sin darse cuenta de que lo que en la página funciona puede no hacerlo en pantalla. Es el caso de esta cinta, a la que le hacen falta al mismo tiempo recortes de tramas, un tono sin tantos baches y una mejor explicación de lo que estamos viendo. Lamentablemente, 'La piel del tambor' se queda a medias de todo lo que podría haber sido, y deja tras de sí una obra tópica pero extraña, a la vez involuntariamente cómica y decididamente seria. La peor enemiga de esta película es ella misma, y eso es lo peor que le podría haber pasado.


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Instrumentos de un poder superior
Juan Carrasco - periodistadigital.com - 30/10/2022

'La piel del tambor' es un "best seller" de Arturo Pérez-Reverte de 1995; se trata de un libro de aventuras que no pretende instalarse en el realismo, intriga fantasiosa de tipos singulares con alzacuellos y pistola, ideal para ratos de ocio y butacas de playa, de esas historias que hicieron al célebre y controvertido autor uno de los más populares de la literatura en español.

Esta adaptación a la gran pantalla con claro sello de la producción de Enrique Cerezo, para bien y para mal, saquen conclusiones, recoge las aventuras de un sacerdote agente especial, solucionador de asuntos turbios en la Iglesia, que se enfrenta a un caso con asesinatos, enigmas, corruptelas, hackers informáticos y demás fiestas de guardar en el género “peliculilla de intriga”. Se le cruza en el camino la ciudad de Sevilla (y olé), una aristócrata "femme fatale" y más de un golfo apandador, alguno de ellos con el agravante de cierrabares o mascachicle.

Digerible y amena, la cinta transita entre la ligereza argumental y un principio prometedor que se va diluyendo en la inverosimilitud a medida que la trama avanza, sin llegar al despiporre ni el tedio, y salvando los muebles sobre la bocina, si me permiten el símil deportivo de los que por el decoro de no caer en la simpleza suelo huir de forma habitual.

Siempre ha sido muy atractivo y folletinesco el hecho de asociar asuntos mundanamente ilícitos al entorno eclesiástico (algunos dirán con cierta maldad “como la vida misma”), y en este folletín ideado por Pérez-Reverte para las 600 páginas que componen su novela, funcionan más que bien. De esta inercia de muchiventa del producto literario viene como es obvio la tentación de cada una de las adaptaciones de sus historias al lenguaje audiovisual, normalmente la piedra con la que se tropieza una y otra vez cada ideólogo del nuevo proyecto, puesto que los resultados de todos estos años puestos en una balanza no pueden considerarse de demasiado interés.

Con un final acelerado y a trompicones más culpable de los defectos de forma de las primeras novelas del escritor de la obra original, con conocida dificultad en aquella época para cerrar tramas y atar cabos, que de la adaptación en sí, la película tiene una narrativa ágil, un guion aceptable y una puesta en escena irregular (un poco reflejo del batiburrillo internacional que la componen) pero inteligente que le dan el aprobado en un examen de entretener al respetable sin pedir muchas más peras al olmo…

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